CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA (PrensaMare)  Los argentinos pudieron dar cuenta que a la hora de hacer campaña electoral, se sule apelar al “todo vale”.

Una de las exponentes de ello fue la titular del PRO, Patricia Bullrich, que llegó a disfrazarse de gaucha y subirse a un caballo para que la imagen –medios acompañantes mediante-, diera la vuelta al país.

No le alcanzó para mucho y finalmente fue tercera en la elección general del 2023. Pero de seguro que ello le ha servido a quien fuera su acompañante de fórmula –el radical Luis Petri- para prender.

Asumido el presidente Javier Milei, sus principales colaboradores en dos áreas de vital importancia como son Seguridad y Defensa, que en manos de los integrantes de esa fórmula derrotada.

Qué sabe de Defensa el radical Petri...? Es toda una incógnita.

Pero quizás ello sea “un tema menor”, porque si misión y tarea no es establecer una política de defensa, sino actuar como un burócrata al que le corresponde no mejorar absolutamente nada y solo ejecutar lo que Milei y/o Bullrich y/o el peso militar le indiquen (o impongan?).

Mientras tanto, apela –como su maestra Bullrich- a fotografiarse, sonriente si corresponde a una oacsión, o serio (junto a uniformados) en otras.

Así, Petri desde que asumió no ha hecho -literalmente hablando- absolutamente nada, pero logra presencia mediática, lo que (para muchos) sirve para “mostrar su gestión” (¿?).

Si el actual Ministro de Defensa llegó al cargo de la forma más inesperada (y a causa de beneficiarse de la interna de Milei con la vicepresidenta Victoria Villarruel), él actúa en consecuencia.

En algún momento se calzó una boina verde y se fotografió junto a Milei.

En otro, hizo un antártico viaje para mostrarse con un traje polar, también en acompañamiento presidencial.

Luego le tocó estar en Mar del Plata, donde apeló al traje conveniente al subirse a un barco de la Armada.

Para cerrar su muestrario de disfraces, vistiéndose de gaucho para el cruce de los Andes a caballo.

Así transcurren las jornadas de Petri, que –sin política en mano-, por lo menos ofrece a los argentinos ser considerado el hombre de los mil disfraces...