CÓRDOBA-ARGENTINA (CTA A) Manuel Gaggero nació en 1940 en Paraná, comenzó su recorrido político a los 14 años en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y luego en la Juventud Peronista. En 1962, viajó a Cuba para integrar un frente revolucionario que iniciaría la lucha armada en Argentina. En la isla conoció a Ernesto “Che” Guevara y a Fidel Castro. Aquel intento, en el que también formaban parte el diputado John William Cooke, por entonces “delegado” de Juan Domingo Perón, y Alicia Eguren, no prosperó y, al regresar a la Argentina, Gaggero terminó la carrera de Abogacía y participó de la conformación del Frente Revolucionario Peronista.
Fue abogado de la CGT de los Argentinos (1968), preso político en el penal de Rawson (1970), director del Diario el Mundo (1973) y dirigente del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), brazo político del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Durante la última dictadura militar, en la que su hermana Susana, fue detenida y desaparecida, estuvo exiliado y acompañó en Nicaragua a la Revolución Sandinista. En los 90 fue uno de los fundadores del Frente Grande junto a Fernando “Pino” Solanas.
“En nombre de la Editorial de La Comarca es un gran placer haber editado este segundo tomo de Manolo. Es tan apasionante el libro que muchos lectores y lectoras lo tienen como libro de cabecera. Esperamos que siga escribiendo porque es un placer”, dijo Elvio Zanazzi, responsable de la Editorial al abrir la presentación.
Lo acompañaba también Elena Mendoza, abogada en defensa de los Derechos Humanos: “Estoy muy emocionada de acompañar a mi querido amigo Manuel porque es un libro indispensable. Fueron años de noche y niebla que todavía nos pegan sus coletazos. Manuel hace una descripción muy clara de lo que fue la vuelta del general Perón y de cómo se alineó con sectores de derecha, de la burocracia sindical. Relata cómo se empiezan a aplicar las políticas de Milton Friedman”.
Mendoza habló también de cuando Rodrigo aumentó los combustibles y los alimentos, lo que se conoció como el Rodrigazo. “El libro es emocionante, no se puede dejar de leer. Es imprescindible para entender nuestra historia más reciente”, concluyó.
También llegó un mensaje de Carlos Gabetta que fue leído por Zanazzi: “Este nuevo libro de Manolo es una prueba del talento del autor para rememorar aquellos años de lucha de los 50, 60 y 70 en América Latina y Argentina y también del mundo”.
Matías Cremonte, abogado laboralista y amigo de Gaggero, dijo: “Manolo es un referente revolucionario, un amigo entrañable y un compañero muy generoso. El Tomo I lo leí como un niño que lee un libro de aventuras: Es como meterse en una habitación en La Habana, con el Che, con Cooke, con Alicia Eguren”.
Cremonte dijo además que “éste no pude leerlo así porque es más acongojante y más duro pero es un libro absolutamente necesario. Y parte de la tristeza es la situación actual que estamos viviendo. Pero si de algo sirven las experiencias que cuenta Manuel en este segundo tomo es sobre la resistencia del movimiento obrero”.
Al tomar la palabra, Manuel Gaggero, dijo: “Trabajo en el tercer tomo que cuenta el exilio y la campaña en el exterior y la llegada a Nicaragua. El 4to tomo es sobre cómo construimos allí un Estado nuevo. Tenía dos caminos: O irme al exilio o incorporarme a una organización revolucionaria y decidí por ese camino del que no me arrepiento, al contrario. Ahora también tenemos que decidir si queremos un gobierno de ultraderecha o alguna alternativa”.
La charla contó con la presencia de Daniel Godoy, Coordinador del IEF; de Cecilia Fernández Lisso, quien diseñó la tapa del libro; Tato Dondero, fundador del SIPREBA; la hija de Manuel, Ana Gaggero; Daniel de Santis, entre otros y otras compañeros y compañeras.
