ROMA-ITALIA  (especial para PrensaMare)   Comencemos hablando de Tamir Pardo. De esta forma se podrá llegar a comprender (aunque más no sea en parte) un tema que intriga a muchos, menos a las autoridades españolas, y –al parecer- a ninguno de los ciudadanos españoles.

Tamir Pardo fue un espía israelí (fue?). Dicen que uno de los mejores de dicho país. Ingresó realizando humildes tareas, y fue escalando, hasta convertirse en el comandante del Mossad, el servicio de inteligencia nacional israelí.

Tras retirarse no se fue a su casa como un sencillo jubilado, sino que el poder de seguridad israelí lo colocó al frente de una empresa tecnológica de vigilancia.

La misma se dedica a proveer equipamientos (y asesoramientos) en materia de seguridad. Tanto para la actividad privada, como para cualquiera (si: absolutamente cualquiera) que la contrate; eso si: debe tener los mismos objetivos ideológicos que el poder israelí…

Esta empresa tiene basta experiencia en la instalación del sistema de  reconocimiento facial. Se vende para empresas o comercios que desean disponer del máximo de seguridad en sus locales.

El tema es que dichos sistemas (sin que sus clientes lo sepan) está conectado a una base de datos controlada por el estado de Israel. De esta forma, dicho Estado efectúa un constante monitoreo de ciudadanos en todos los sitios del exterior donde compran su servicio.

Es como disponer de decenas, de cientos de espías que ‘controlan’ las 24 horas de todos los días del año a clientes, empleados, directivos, visitantes, y/o ladrones, cuyos rostros llegan a una terminal donde van cotejando si aparece alguna persona que Israel considera ‘sospechosa’, ‘controlable’, ‘vigilable’, o directamente buscada.

Un servicio de espionaje contínuo que pagan…los clientes de comercios y empresas que contratan dicho servicio

El equipamiento se vende para otorgarle seguridad a los clientes que desean evitar que determinadas personas ingresen a sus negocios, oficinas, comercios.

Inclusive se habla que forman parte de este registro, personas con sentencia firme de la justicia (¿?).

En España, una de las primeras firmas en contratar este sistema de control facial (y de entrega de imágenes de ciudadanos al espionaje israelí) son los establecimientos de Mercadona. SE hace vulnerando los derechos de la privacidad y haciendo que cada ciudadano registrado por este sistema pase a formar parte de un gigantezco fichero visual.

Pero quién es en realidad Tamir Pardo? Pues bien, un israelí que habría nacido en 1953 en Tel Aviv; judío sefardita, descendiente de españoles. Cumplió una importante tarea de espionaje en España, donde se hizo fanático del Barça.

Recién en el 2011 algunos españoles memoriosos recordaron su cara, cuando salió a la luz su imagen al ser designado al frente del Mossad. Allí permaneció hasta el 2016.

Su instalación en Israel fue para acceder al control del Departamento de Escuchas y Seguimiento. Y continuó avanzando, ya que en el 2002 se transformó en el n° 2 del Mossad. Siguió en el cargo hasta 2009 en que se retira, regresando en 2011. Fue allí que se transforma en el n° 1.

Ejerció dicho cargo hasta el 2016, pasando a la empresa privada israelí Anyvision. Se trata de una empresa de vigilancia y seguridad que vende sus servicios en casi 50 países. En Israel, una de sus tareas es la de diseñar y controlar el sistema de vigilancia de las fronteras de Israel con Cisjordania.

Ahora, los españoles y no españoles que circulen por algunos de los 40 locales de Mercadona en Zaragoza, Valencia, y Mallorca, se han sumado –sin saberlo- al control israelí.

Dicen desde Mercadona que solo buscan protegerse de personas que, teniendo una sentencia firme y medida cautelar de orden de alejamiento del centro comercial, no lo violen. Para ello funciona el sistema de seguridad de la firma de Israel, que reconoce a la persona “indeseable”, y de inmediato alerta a la Policía Nacional o a la Guardia Civil…

Este proceso de identificación facial se realiza en… 0,3 segundos (¡). Aclarando Mercadona que (según ellos), la imagen es borrada del sistema y no se almacena en ningún disco duro (¿?).

El sistema utilizado se denomina: “Better Tomorow” (producto fabricado por Anyvision).

Frente a esto el gran interrogante es el siguiente: qué cantidad de personas tiene Mercadona con una orden de alejamiento o de acercamiento a sus comercias, que lo llevan a contratar semejante sistema de reconocimiento facial…?

Tanta inseguridad le pueden crear a Mercadona esas (supongamos) 15, 20 o hasta 50 personas, que no deberían ingresar a sus negocios, como hacer semejante inversión…?

O acaso Mercadona es simplemente una punta de lanza del espionaje israelí…?