Vie. 26. Jul 2024, Santa Fe - Argentina
Notas

MURIÓ JOSEPH RATZINGER

MURIÓ JOSEPH RATZINGER

CIUDAD DEL VATICANO (PrensaMare)  Tras sobrellevar  unos meses de retrocesos en su salud, falleció Joseph Aloisius Ratzinger. Para todos fue el papa Benedicto XVI. Tenía 95 años.

El mismo que renunció sorpresivamente el 11 de febrero de 2013 y hecha efectiva día 28 del mismo mes. Nadie sabe a ciencia cierta o por lo menos en forma oficial, cuales fueron los motivos de esa salida, aunque existen infinidad de posibilidades.

El anterior caso en el catolicismo se había producido 598 años antes, cuando el 4 de julio de 1415 se concretó la dimisión de Gregorio XII.

El decir que renunció por motivos de salud y cansancio ante las exigencias del cargo, cae en el simplismo. Quizás entre los numerosos motivos se encuentren las denuncias de abusos sexuales cometidos por obispos y clérigos, los manejos económicos y financieros no claros, las dificultades (justamente en cuanto a dineros) del Vaticano.

Un editorial de L’Osservatore Romano (periódico oficial de la Santa Sede), quien era su Director Giovanni Maria Vian, sostuvo que “la decisión del Pontífice se tomó hace muchos meses, tras el viaje a México y a Cuba, y con una reserva que nadie pudo romper”.

Ratzinger nunca se refirió públicamente al tema; pero en su entorno sospechan que la decisión había sido tomada varios meses antes y solo esperó el que consideró era el momento oportuno.

Con él se puso fin a una etapa de claro retroceso y cuestionamientos internos dentro del catolicismo. Una dura etapa que comenzó con su antecesor Juan Pablo II (1976-2005). Sus intentos por establecer una conducción férrea, cerrada y de restauración doctrinal fracasó.

Y posiblemente esto también haya influido para su salida. Tras su renuncia se convirtió en papa emérito, y nunca significó un problema para el ejercicio de Francisco (su sucesor). Se supo –por el contrario- que exisitó comunicación continua entre el palacio papal y el papa emérito”.

Fue sabido que los sectores más conservadores del vaticano y de Europa, buscaron ‘un paraguas’ bajo el manto de Ratzinger para contradecir y debilitar a Francisco, pero no lo lograron. Ello no significó que no hayan existido diferencias doctrinales y eclesiológicas entre los dos papas.