Dom. 12. May 2024, Santa Fe - Argentina
Opinión

URUGUAY: NOCIONES ELEMENTALES (Jorge A. Molinari)

URUGUAY: NOCIONES ELEMENTALES (Jorge A. Molinari)

MONTEVIDEO-URUGUAY (por Jorge Aniceto Molinari)  (Abordando eso gris, que parece la teoría).

Es lo normal, escuchar a connotados economistas, politólogos, científicos en general, que parten de nociones que forman parte del acervo cultural de la sociedad en que vivimos.

Lo complicado es cuestionar esas nociones obligando a salir de lo que es un camino trillado y aceptado por el general de la gente o del sentido común – el menos común de los sentidos-, aunque lo que determina ese cuestionamiento es el de que vamos mal. La principal industria en el mundo, la que tiene los mejores técnicos, los mejor remunerados es la de la guerra, Y “de eso no se habla”. Ahora todos sabemos en que esto no puede seguir así y que de no cambiar vamos como sociedad humana al matadero.

Escuché al periodista Víctor Hugo Morales, identificado con los mejores relatos futbolísticos y con la izquierda en general, en nuestro continente.

Me llamó la atención su defensa de las monedas nacionales como expresión de soberanía, lo que en la vida diaria resulta indemostrable.

A la salida de la segunda guerra mundial el economista Keynes propuso que se llegara a una moneda única y universal, como existe en las medidas más elementales, el kilo, el metro, el litro.

EE.UU. ya con un proyecto de desarrollo nacional y de acentuar su imperialismo, se opusieron y lograron conservar para sus relaciones comerciales el dólar a la vez que los demás países tenían sus propias monedas nacionales.

La burguesía imperialista con centro en EE.UU. imponía su soberanía al resto del mundo, e infiltraba todos los aspectos del desarrollo de los países de este continente para tener controladas y cómplices a sus burguesías nacionales, que con sus monedas hacía proyectos propios que no podían ir más allá de los planes del imperio y a la vez un instrumento de ajuste permanente de salarios y pensiones ante la organización de los instrumentos como partidos y sindicatos de defensa de la gente.

Un ejemplo es Argentina de hoy. El FMI le otorga un crédito al gobierno de Macri para que este salde la deuda con los buitres –que en definitiva eran sus socios-, con el objetivo de restablecer el crédito de Argentina en el mercado mundial e inicie su reactivación.

Macri logró su objetivo empresarial, pero Argentina no se restableció. Alberto Fernández retomó el camino de Kirchner luego de la crisis del 2002, pretendió que el FMI trazara raya y con nuevos créditos abordara el futuro. Luego de varios inconvenientes llega Masa y entonces consigue 500 millones del Fondo y a la vez afirma que el objetivo de ese préstamo es restablecer “el peso argentino”.

Traducido del lenguaje económico quiere decir que hay un plan ante el Fondo para la burguesía argentina. ¿Deberían estar todos contentos? No, porque el desequilibrio social de Argentina ya es insostenible y aunque su economía fluya sus resultados se ven en las cuentas de sus burgueses en los paraísos fiscales, no en el desarrollo económico nacional y no es propósito del gobierno acabar con esa situación, porque su prioridad es su participación en la economía.

¿Cuánto tardará Víctor Hugo Morales en estudiar el tema y concluir en que la moneda nacional nada tiene que ver con la soberanía? Entre otras cosas porque no hay ningún ídolo – por ejemplo- del fútbol, que hable de que su contrato se firme en moneda nacional. Y no porque no quieran a su patria, sino porque así como los burgueses negocian todo en dólares, los jugadores no pueden pisar otro terreno para sus driblins ante la vida.

Por otra parte un debate similar a este se dio en Venezuela, país en que se utilizó la moneda nacional para el mayor traslado de fondos de los pobres a los ricos, hasta que estos empezaron a cotizar su trabajo en dólares. Es ante esto que el Presidente Constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró: no somos dogmáticos si la gente cotiza su trabajo en dólares, tiene derecho a hacerlo.

En síntesis ¿qué pasaría si la gente exigiera para la defensa de sus derechos soberanos que así como las cosechas se cotizan en una determinada moneda, también su trabajo se pagara con esa misma moneda?

La otra noción que en la toma del Fondo Monetario Internacional la sociedad debe quebrar, es sobre cómo se deberían cobrar los impuestos.

El centro impositivo de la política del FMI es el consumo, los ingresos por salarios y pensiones, que se ve favorecida además por la existencia de monedas nacionales, en las que se mueve hasta ahora como pez en el agua.

Si ansiamos la paz, si necesitamos la paz, es necesario que el mundo tenga fondos “frescos” para reconvertir la industria de la guerra, que además reiteramos es la mejor remunerada y con los mejores técnicos que la humanidad produce.

El problema no es que se le saque algo a los que tienen para atender este problema, dejando intacto los centros internacionales de lavado de dinero. Dinero además con el que se financian todas las lacras sociales. Hay que ir a un sistema impositivo ecuménico sobre la circulación del dinero, danto muerte a los paraísos fiscales y a los sistemas impositivos basados en el consumo, los salarios y las pensiones.

Y para no ser menos acá en el Uruguay entramos a discutir los próximos remiendos al sistema de seguridad social.

Ahora ¿porque no desde la izquierda terminar con esta farsa?, entrar entonces a analizar que los recursos para todo lo que la sociedad necesita deben provenir de que los impuestos se cobren sobre la circulación del dinero, y que lo que impide eso es la política actual del FMI, entonces hagamos acuerdos de Gobiernos, Partidos, sindicatos, organizaciones sociales,  tomemos el Fondo y cambiemos su política.

Porque no aprovechar entonces que el desarrollo capitalista se ha desplazado en su centro de libre comercio y desarrollo hacia una zona del mundo donde prevalecen países gobernados por lo mayores Partidos Comunistas del Mundo, mientras los otrora imperialismos se repliegan a sus fronteras y tratan de reactivar su aparato productivo sobre la base de emisiones demenciales de sus monedas y la reactivación suicida de la guerra.

Pensemos que en lo poco que el Presidente Lacalle ha hecho bien, ha sido en su contacto con el Presidente de China por las vacunas, y su anuncio de libre comercio con ese país. Frente a ello hubo dos reacciones, la del entonces jefe del comando sur del ejército de EE.UU. para “conversar” sobre el tema, y la de la izquierda minimizando esto que es nada más ni nada menos que poner al Uruguay en contacto con lo que más se desarrolla en el mundo. Que significa desafíos que hay que afrontar y que hasta ahora no se han afrontado. El contador Iglesias, tenemos entendido que ha opinado en el mismo sentido.

Algún apreciado compañero me dijo: “vos estás idealizando a China”, no, no es así, sino que la base real de la economía del mundo es esta y los partidos comunistas de China y Vietnam la están utilizando.

El desafío para ellos pero también para nosotros, es saber que programa proponer para concluida esta etapa del desarrollo económico de la humanidad dentro del predomino del capitalismo cuales son los próximos pasos a dar.

Un viejo stalinista me diría –si se animara-: lo que pasa es que son traidores, tendrían que haber estatizado todo.

No estamos hablando de modelos, estamos hablando de que un método, el seguido por los maestros está demostrando su valor, como acá en el Uruguay se demostró –son ejemplos- con Batlle y luego con Quijano.