CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA (PrensaMare)  El vocero presidencial Manuel Adorni se ha convertido en un ‘personaje’, cuyas apariciones solo significan el ejemplo del mal gusto, el destrato, la indiferencia, el desprecio –y porqué no-, hasta la falta de capacidad para entender al semejante.

Constituye la más clara expresión de lo que significa el gobierno de Javier Milei, bajado a la cotidianidad de la comunicación oficial.

La última muestra de su lamentable y reiterada actuación ha sido al expresar ante los representantes de los medios:

• "Quiero contarles una noticia muy particular de cosas que no dejan de sorprendernos. Nos han llegado desde la República Popular China unos treinta camiones, lo interesante es que son camiones para enfrentar al covid. Han llegado con cierto atraso, lo que marca lo que fue un poco la gestión de la pandemia ¿no? durante el gobierno del doctor (Alberto) Fernández. Por supuesto agradecemos al gobierno de Xi Jinping por esta generosa donación y prometemos utilizarlos no para covid pero sí para mejores fines".

Fiel a su forma de ser, Adorni terminó de hablar y ofreció su burlona sonrisa. Porque su intención no era agradecer a China por el envío, sino tratar de burlarse de la gestión de Alberto Fernández.

El tema fue que momentos después de su pobre actuación –que seguramente debe haber llenado de felicidad a los odiadores y fascistoides del gobierno nacional-, se conoció en la red social X, un comunicado de la embajada de China en Argentina, informando:

• "No conocemos la fuente de información que mencionó, pero es completamente incorrecta. Estos camiones son instalaciones logísticas móviles de asistencia gratuita de parte del Ministerio de Defensa para la Argentina... El Ministerio de Defensa del actual gobierno argentino tiene muy claro el propósito de este lote de materiales". El vocero presidencial demostró no tenerlo claro.

O sea que Adorni –la voz presidencial- habló sin saber de qué hablaba. Afirmó algo que no era realidad. Desconoce –por falta de información o de relación con el Ministerio de Defensa- para qué se destinarán dichas unidades.

Adorni habla para los medios, para tratar de tener un relato diario agresivo, ofensivo, burlista; acorde a sus necesidades comunicacionales, pero en contra de la propia realidad.

Una más de un personaje que –si existiera en el país prensa libre e independiente-, ya habría sido acorralado a preguntas y se habría visto obligado a salir por la puerta de atrás de Casa de Gobierno.