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Notas

CORONAVIRUS Y LOS JJ.OO. DE JAPÓN 2021

CORONAVIRUS Y LOS JJ.OO. DE JAPÓN 2021

MILANO-ITALIA  (PrensaMare)  Los Juegos Olímpicos (JJOO) 2020 se cancelaron por la pandemia. Igualmente se mantuvo la sede –Japón-, y deben comenzar el 23 de julio.

El tema es que Japón enfrenta una cuarta ola de casos de Covid-19, y se suman las dudas y los planteos ante el comité organizador, reclamándose –inclusive- que se cancele el evento.

El problema está en que en el país, se ha vacunado a menos del 3% de la población japonesa. Es una de las tasas más bajas del mundo desarrollado.

La autoridad para decidir si se harán los JJOO o se suspenderán recaen exclusivamente en el comité organizador, que hace firmar contratos con los países anfitriones que le otorgan al mismo la máxima autoridad para decidir.

Más del 80% de los japoneses quieren que los JJOO se suspendan; pero el COI (Comité Olímpico Internacional) sigue adelante. Muy pocos están anoticiados que las autoridades japonesas han extendido el estado de emergencia en Tokio y otras ciudades importantes hasta mediados de junio debido a la propagación del virus.

El presidente del Sindicato de Médicos de Japón advirtió sobre el riesgo de recibir a decenas de miles de personas desde más de 200 países y territorios en un país donde menos del 3% de la población está completamente vacunada.

En medio de un silencio de la prensa occidental, más de 6.000 médicos firmaron una carta abierta pidiendo la cancelación de los JJOO. Igualmente los mismos se harán, como un evento televisado sin espectadores extranjeros. El Comité depende de la venta de derechos de emisión para el 75% de sus ingresos.

Se sabe que en las zonas cercanas a los estadios se ha comenzado a establecer una zona exclusiva, expulsando a las personas sin hogar que han estado viviendo allí. Inclusive la oposición de los japoneses a su realización quedó demostrada en el relevo de la antorcha, donde hubo manifestantes en todo Japón.

Para sorpresa de los japoneses (y muchos ciudadanos de todo el mundo), recientemente el primer ministro de Japón, ante la fuerte presión de la gente en el país y alrededor del mundo para cancelar los Juegos Olímpicos, declaró públicamente que él no tiene el poder para cancelarlos. Y no miente: dice la (cruda) verdad.

Porque para realizar una Olimpíadas, el país organizador firma contratos con el COI que son ‘leoninos’. Se dictan leyes especiales y se imponen una determinada variedad de reglas específicas. Inclusive estos juegos tendrán sistemas de reconocimiento facial en las instalaciones olímpicas. Una decisión autoritaria porque se sabe que tales sistemas contienen un claro sesgo racial.

Inclusive las exigencias en seguridad por parte del COI son tan grandes que el evento sirve para que el país organizador deba equiparse y obtener armas especiales. Para lo cual debe recurrir a una financiación que, en tiempos normales cuesta más conseguir.

La situación japonesa es ocultada ante el mundo. Inclusive uno de los principales patrocinadores locales, como lo es el importante periódico Asahi Shimbun, se pronunció en contra; en un Editorial reclamó que los JJOO no se efectúen.

Es cierto que algunos consideran que esta oposición de quienes conducen el diario se trata de una maniobra especulativa y cínica, pues se realiza tardíamente. Más pensando en que la sociedad japonesa se opone a los JJOO en el 2021, que en su realización en sí. Muchos se preguntan porque el diario no se opuso antes...

Respecto a los oposicionistas a los JJOO en el país, es dable citar que han existido protestas desde hace años. Cuando Tokio fue nombrada sede en 2013, surgieron grupos pequeños de activistas anti-Olímpicos.

Pero tras la aparición de la pandemia, se han agregado grupos en muchas partes del Japón.

Cuando se le otorgó la sede a Tokio en 2013, apenas habían pasado 2 años desde que se afrontaran 3 grandes desastres: un terremoto devastador, un tsunami y un accidente nuclear.

El país necesitaba dineros para afrontar soluciones para dichos graves problemas, y no para unos JJOO. Fue así que la recuperación tras los desastres se ha retrasado.

De los Juegos Olímpicos tomarían parte unos 11.000 atletas; y cerca de 80.000 personas de todo el mundo llegarían a Japón. Estamos hablando de un mínimo de 91.000 personas a las que no se les exigirá estar vacunada, ni deberán cumplir con cuarentena alguna.

Por otra parte, se silencia que todo atleta que irá a Tokio, debe firmar una cláusula de exención de responsabilidad incluida en el formulario, para poder participar en las Olimpiadas. La exención dice que si esta persona resulta contagiada con el virus y, de hecho, muere, no se podrá responsabilizar a los organizadores de los JJOO.

De manera explícita el COI está considerando que pueden producirse muertes por coronavirus, y quiere garantizar el negocio económico, pero no su responsabilidad...

Se sabe que el Comité Olímpico Internacional obtiene alrededor del 75% de sus ingresos de los medios de comunicación en EEUU. Luego ingresa algo más del 16% en concepto de patrocinadores corporativos (Alibaba, Coca-Cola...). Ello significa que el 91% de sus ingresos provienen de ambos recursos. Por lo cual se entiende que el COI esté interesado que los JJOO se hagan para la televisación y sin un espectador local...

De esa forma puede garantizarse sus grandísimos ingresos.

La excusa de la realización de las Olimpíadas es que de esa forma el COI ‘reparte’ los ingresos en los comités olímpicos de cada país afiliado, en federaciones deportivas y en organizaciones... pero también debe tenerse presente que no quiere tener responsabilidad alguna si un deportista muere por Covid-19.

Cómo se entiende semejante incoherencia...? Dice apoyar a los deportistas, pero los abandona en caso de muerte...?

Los japoneses no están de acuerdo con el evento y ello también es consecuencia de una pésima política de sus gobernantes. Porque fracasaron en su gestión (existió?) para adquirir vacunas en un mercado muy desigual y manejado casi totalmente por las potencias occidentales.

Lo cierto es que el Gobierno japonés no las compró; por incapacidad, por falta de previsión, por ignorancia, o por lo que sea. Pero no solo ha sido pésima la política de aprovisionamiento de vacunas, sino que la organización general de cómo, dónde, cuando, quienes y porque se vacunarán, es todo un desacierto.

Japón, a quien se presenta en el mundo como uno de los países más avanzados del mundo carece de plan vacunatorio y de distribución; ni siquiera han establecido cómo será el transporte de las dosis

La pandemia halló al país sin plan preventivo, sin política de anticipación y organización, reduciendo la cantidad de camas en los hospitales, y rebajando el presupuesto para los hospitales públicos.

Todo muy silenciado en el mundo, porque el poder de la televisación y de las corporaciones, como el que Japón sea un aliadísimo de la geopolítica estadounidense hace que se oculte, se engañe o se mienta respecto a lo que sucede en su territorio.