TEGUCIGALPA-HONDURAS  (PrensaMare)  El Partido Libre ha ganado las elecciones en el país.

Votando en libertad, la sociedad le dio la espalda al oficialismo y al proyecto de dominación estadounidense. Esta ha sido la respuesta democrática de la ciudadanía al ‘golpe blando’ producido en la madrugada del 28 de junio de 2009.

En esa oportunidad, militares de las Fuerzas Armadas hondureñas, respondiendo a la planificación dictada desde Washington, allanó la residencia presidencial, y detuvo al mandatario Manuel Zelaya.

Estando en ropa de dormir fue llevado a la fuerza a la Base de la Aviación al sur de esta capital, para luego sacarlo ilegalmente del país y depositarloen San José (Costa Rica), donde lo esperaba el presidente Oscar Arias.

Inmediatamente se puso en funcionamiento ‘de urgencia’ al Congreso Nacional de Honduras donde se informó que Zelaya había renunciado por carta. Lo que fue desmentido desde Costa Rica por Zelaya, quien hizo un llamado para la desobediencia civil.

Ignorando el hecho delictivo cometido por los militares, el Congreso resolvió por unanimidad su destitución, por considerar que las acciones de gobierno de éste habían “violado la Constitución y el ordenamiento jurídico del país” (¿?).

Así, designó para sucederlo al presidente del Congreso, Roberto Micheletti; el que debería estar en el cargo hasta la terminación del mandato de Zelaya en enero de 2010.

La prensa continental tergiversó, mintió y ocultó que se estaba ante un golpe de estado. Zelaya había ganado en 2016 con el 49,6% de los votos. Al iniciar su mandato, comenzó a tomar medidas distributivas y tuvo un acercamiento en política exterior a Hugo Chávez quien lo denominó como el “Comandante Vaquero”.

Se reunió con Fidel Castro en La Habana luego de 46 años en los que un presidente hondureño no visitaba la isla. Llevó adelante una política de acercamiento con el presidente de Nicaragua, el sandinista Daniel Ortega.

En 2008 Honduras solicitó el ingreso a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), ante la fortísima oposición empresarial.

Tras el golpe...

Se produjeron violentas protestas en Honduras. Zelaya regresó clandestinamente al país instalándose en la embajada de Brasil (en Tegucigalpa) siendo respaldado por los presidentes Lula, Néstor Kirchner y Hugo Chávez.

Luego debió exiliarse en República Dominicana y retornó al país en 2011. Allí es cuando crea el Partido Libertad y Refundación (Libre).

En 2013, con Xiomara Castro –su cónyuge- como candidata presidencial, se convirtió en la segunda fuerza política del país. En las elecciones de 2017, la alianza electoral de Libre con sus aliados impulsó la fórmula con Salvador Nasralla acompañado por Xiomara como vice. Vencen en las elecciones generales pero se produjo un escandaloso fraude (que fue hasta reconocido incluso por la OEA y la ONU); así, el ‘ganador’ fue Juan Orlando Hernández (reelecto).

Para las elecciones...

Del 2021, Zelaya se convirte nuevamente en el armador de la estrategia opositora desde Libre. Conformó una nueva alianza con sectores de izquierda, centro y centroderecha. El 13 de octubre, el candidato presidencial Salvador Nasralla (se ubicaba 3° en las encuestas con el Partido Salvador de Honduras), se bajó y decidió respaldar a Xiomara Castro de Libre.

Así se pudo construir este triunfo con el desafío de tener que afrontar una gestión con graves problemas existentes y por venir, ante la elevada deuda externa, la corrupción, las mafias y el tremendo poder del narcotráfico.

De esta forma se pone punto final a la dictadura instalada en 2009, que continuó con mascaradas democráticas.

Socialismo democrático...

Si bien Zelaya trata de mantener un perfil bajo ante la irritación que causa a Washington y a las poderosas elites que controlan el país, es evidente que continúa siendo el gran estratega de la lucha por liberar el país.

Recientemente declaró: “En Estados Unidos, Bernie Sanders, demócrata, sacó millones de votos, nosotros planteamos lo mismo que él plantea allá: el socialismo democrático... El mundo tiene que avanzar, no podemos quedarnos congelados en el siglo 20, porque las ideas se van agotando y el modelo que gobierna a Honduras, que es de derecha, neoliberal, clasista, oligárquico, no tiene ningún futuro”.

Esta Honduras que recibirá Xiomara en 2021 tiene una situación muchísimo más agravada y endeudada que en el 2009.