Jue. 28. Mar 2024, Santa Fe - Argentina
Economía

ARGENTINA – FMI: HUBO ACUERDO

ARGENTINA – FMI: HUBO ACUERDO

SANTA FE-ARGENTINA  (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  Al final ocurrió; días más, días menos, sucedió lo que todos esperaban. El presidente Alberto Fernández anunció que el país llegó a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

Han debido pasar 26 meses desde la asunción del actual gobierno para poder arribarse a un acuerdo. Fue un extenso período de negociaciones, en medio de la pandemia, el default (no declarado), las extorsiones de los medios hegemónicos, las presiones de los grupos económicos-financieros, los ‘aprietes’ de acreedores internacionales, y de las exigencias de la oposición neoliberal/derechista (por un ‘acuerdo rápido’).

Se podría decir que se trata de una deuda impagable, y que el país no debería pagar por algo que ingresó y fue aprovechado por delincuentes de guantes blancos que se llevaron el dinero fronteras afuera.

Pero es necesario tener presente dos pautas principalísimas. La primera, que la conducción de este gobierno argentino jamás de los jamases se planteo no pagar. La segunda, que no existe en el mundo margen de maniobra para que un país dependiente y colonizado (como Argentina), pudiera ‘patear el tablero’ y negarse a abonar.

En consecuencia, todos (gobierno, FMI, opositores...) sabían que el acuerdo era cuestión de tiempo; como sucedió.

Que existan sectores políticos y sociales que se opongan a cualquier tipo de acuerdo y pago, no está mal. Es una posición que –a no dudarlo-, no tiene sustento serio alguno. Lo cual no significa que estén equivocados en su planteo.

El tema está en que “la realidad es la única verdad”.

La realidad indica que Argentina no posee fuerza alguna como –si el gobierno lo hubiera deseado-, para negarse a pagar, sin sufrir consecuencias durísimas que afectarían inclusive, la propia institucionalidad.

En lo que respecta al acuerdo, no es mucho lo que se sabe. Solo lo que dijo el presidente (sin conocerse “la letra chica” del acuerdo...). En este sentido, Alberto Fernández en el discurso desde la Quinta de Olivos y luego las ampliaciones del Ministro de Economía Martín Guzmán, y el Jefe de Gabinete Juan Manzur, citan que el mismo:

·         "Prevé sostener la recuperación económica ya iniciada"

·         "Prevé que no habrá caída del gasto real y sí un aumento en la inversión de obra pública"

·         "Tampoco dispone saltos devaluatorios"

·         "No nos obliga a una reforma laboral"

·         "Promueve nuestra inversión en obra pública"

·         "No nos impone llegar a un déficit cero"

·         "Es un acuerdo basado en la confianza del mundo en nuestras capacidades"

·         "No relega nuestro gasto social y respeta nuestros planes de inversión en ciencia y tecnología"

·         "Vamos a poder acceder a nuevos financiamientos, precisamente, porque este acuerdo existe"

·         "No contempla restricciones que posterguen nuestro desarrollo"

·         "No restringe, no limita ni condiciona los derechos de nuestros jubilados"

·         "No impacta en los servicios públicos".

"Se llegó al mejor acuerdo que se podía llegar", expresó Guzmán. Y posiblemente tenga razón. Pero falta aclarar que –quizás- que sus buenas intenciones negociadoras no coincidan con un importante sector de la sociedad que entiende que este acuerdo no es más que –disimuladamente- una nueva vuelta de tuerca contra la Nación.

Lo expresado desde el gobierno –releyendo lo enunciado-, llevaría a pensar a más de uno que al final Argentina alcanzó lo máximo que ambicionaba; que el FMI fue derrotado; o hasta que la larga negociación llevó a que dicho organismo fuera cambiando y hasta adoptara posiciones ‘progresistas’...

Pero bueno, tras un raptus de inconsciencia, se debe volver a la realidad (“única verdad”)...

Lo concreto es que este gobierno, elegido para superar el desastre dejado por el gobierno de Mauricio Macri y los radicales, termina de cerar un acuerdo ‘legalizando’ una escandalosa maniobra internacional como fue el préstamo del FMI, para “ayudar” al gobierno neoliberal/derechista a ganar las elecciones del 2019.

Fracasaron en ese intento, pero se llevaron la plata y le dejaron a millones de argentinos por varias generaciones una deuda impagable. Así de simple y sencillo; pero a la vez de doloroso y asqueante.

El acuerdo encierra el financiamiento de 44.500 millones de dólares, que se logró con el ‘apoyo’ de los... prestamistas y de los endeudadores

Ahora el acuerdo deberá ser aprobado por el Congreso y el Directorio del FMI. Lo que se descuenta; aunque seguramente los responsables de este saqueo (PRO+UCR+CC+ARI+medios hegemónicos...) tratarán de sacar algunas ventajas políticas con discusiones, tiras y aflojes, declaraciones, planteos, y bravuconadas propias de las peores ratas (que me perdonen estos roedores).

Avanzando algo más en el tratamiento de la noticia, se sabe que los bloques del acuerdo son cuatro: fiscal, monetario, inflación y crecimiento. Que durará 30 meses.

Para avanzar hacia un equilibrio fiscal, no habrá “políticas de ajuste fiscal”, aseguró Guzmán, direccionando hacia una reducción gradual del déficit fiscal:

·         Déficit primario de 2,5% del PBI para 2022;

·         de 1,9% para 2023 y

·         de 0,9% para 2024.

Ello se realizará manteniendo la inversión pública; apostando por el crecimiento de la economía; atacando "a los problemas de lavado de dinero y evasión" (lo que debería estar dirigido a las grandes contribuyentes; en otras palabras: el negocio agroexportador y las multinacionales...).

Lo llamativo está en cuanto a que "No habrá ninguna reforma laboral”, cuando el empresariado local ha realizado manifiestas muestras de pretender avanzar en ello. Y hasta existen varios ‘popes’ sindicales, que ya han dado el ‘visto bueno’ para aggiornar (actualizar) nuevas normas y condiciones laborales...

Se ha aceptado “una reducción gradual pero decidida de la asistencia monetaria del Banco Central al Tesoro nacional”:

·         En 2022 el financiamiento al Tesoro será del 1% por ciento del PBI

·         En 2023 será del 0,6% y

·         Debe llegar a cero (0) en 2024.

En cuanto al tema eminentemente financiero, “se va a continuar con la reconstrucción del mercado de deuda pública en moneda nacional”.

Respecto al gran problema del país, que es la inflación, los negociadores argentinos lograron que el FMI comprenda que se trata (por lo menos en nuestro país) de “un fenómeno multicausal”. Un tema que los neoliberales/derechistas rechazan, a través de sus discursos simplistas y reduccionistas.

En este sentido, el gobierno sigue sin comprender que los medios hegemónicos poseen un superlativo poder instalando minuto a minuto, día a día y año tras año, la dolarización de la economía; lo que lleva a pensarse la misma con dos cabezas.

Resulta loable que el gobierno haya logrado que el FMI ‘acepte’ –por lo menos eso se afirma-, que el Estado debe cumplir un papel activo como impulsor de políticas de acuerdos de precios. Se trata deun programa de 30 meses de duración (entre el gobierno y los empresarios).

Se anticipa que el FMI no reclama acciones devaluatorias; que se apostará por acumular reservas; que se buscará “el ingreso de divisas para el desarrollo"; que se desalentará el ingreso y salida de capitales especulativos (habrá cambios en las normas financieras...? O solo será voluntarismo...?).

Guzmán expresó que Macri tomó un “préstamo récord” de 57.000 millones de dólares del que se desembolsaron casi 45.000 millones. “El programa fue un profundo fracaso” que lo “reconoció el propio FMI”. Agregando que “Ese dinero se utilizó para financiar la salida de capitales en la Argentina y pagar deuda que estaba en situación de insostenibilidad, dejó una situación con una carga de deuda aplastante para las posibilidades de desarrollo y en una condición de dependencia” al país.

Dicha expresión sería válida y suficiente como para que pensadores o sindicalistas o políticos o jueces o fiscales o entidades intermedias o partidos políticos (o algunos de ellos coincidentemente) se presenten ante la justicia denunciando el accionar delictivo de Macri y sus colaboradores, en contra de la Nación.

Se entiende que ello es imposible (suponiendo que lo deseara alguno...) que suceda desde el gobierno nacional, porque ese impedimento debe formar parte de ‘lo no escrito’ de la negociación. Pero si podría ser impulado por terceros.

Inclusive como forma de defensa de la Nación y del futuro de las generaciones condicionadas por el endeudamiento y este acuerdo, resultaría interesante que los argentinos tomaran cuenta de nombres, apellidos y responsabilidades de cada uno de los endeudadores.

Como también de nombres de empresas y personas físicas que se beneficiaron con dicha política que es un saqueo al país. Ello podría generar que diferentes sectores de la sociedad dejaran de comprar, de negociar o de tomar servicios de quienes se beneficiaron escandalosamente a costa de generaciones de argentinos.

No es mucho pedir...

Simplemente tomenos en cuenta las palabras de Manzur: “Lo que hizo el gobierno del ex presidente Macri es una tragedia para la Argentina, endeudó irresponsablemente al país cercenándolo de propuestas y de un futuro mejor”.

No somos demasiados exigentes, ni muy apurados. Podríamos esperar a conocer los datos de esos responsables, una vez que el Congreso argentino apruebe el acuerdo...