CUANDO LA CIA HIZO “OFICIAL” LO QUE TODOS SABÍAN DE FELIPE…
BARCELONA-ESPAÑA (especial para PrensaMare) «Felipe González ha acordado la creación de un grupo de mercenarios para combatir fuera de la ley a terroristas».
Era un comentario entre los españoles…? No; ha sido una contundente frase extraída de documentos ya desclasificados de la CIA.
Porque en su momento, dicha central de inteligencia de EEUU investigó la creación y actividad de los GAL a mediados de los años de los 80.
Los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación) fueron agrupaciones parapoliciales que practicaron terrorismo de Estado o «guerra sucia» contra la organización vasca Euskadi Ta Askatasuna (ETA). Existieron aproximadamente entre 1983 y 1987, a la orden de los dos primeros gobiernos del socialista Felipe González. En un proceso judicial contra los GAL, quedó probado que estaban financiados por altos funcionarios del… Ministerio del Interior.
Sostenían que combatían a ETA y «los intereses franceses en Europa» (porque para los políticos y militares españoles, Francia acogía y permitía que militantes etarras actuaran libremente en su territorio). Pero los GAL hicieron acciones que provocaron las muertes de ciudadanos franceses sin militancia política alguna.
Lo concreto ha sido que la CIA desclasificó (parcialmente) ciertos documentos que son contundentes. Es así que el envío de información del espionaje estadounidense en España (rumbo a Washington) indicó que el Gobierno español «parece determinado a adoptar una estrategia poco ortodoxa en relación con ETA». Agregando que «González ha acordado la formación de un grupo de mercenarios, controlado por el Ejército, para combatir fuera de la ley a los terroristas».
Destacaba que «los mercenarios no serían necesariamente españoles y tendrían como misión asesinar a los líderes de ETA en España y Francia».
Pero también entre los numerosos informes remitidos por los espías y la embajada en Madrid, agregaba que no era la primera vez que el Estado español combatía a ETA desde la ilegalidad. Inclusibe referían a antecedentes como Anti Terrorismo ETA (ATE), la Alianza Apostólica Anticomunista (Triple A) y el Batallón Vasco Español.
El tema fue tan meticuloso, que la CIA logró identificar a casi la totalidad de los mercenarios a disposición del terrorismo estatal español. Sin embargo, pese a disponerse de sus datos y de sus biografías, esta información no fue dada a conocer (se mantiene censurada).
Para la CIA, el responsable directo de este accionar era el mismísimo Felipe González. Lo que, «Si se probara, las credenciales democráticas quedarían seriamente empañadas». De allí que EEUU hizo su importante aporte a mantener el silencio sobre el tema.
En enero de 1984 la CIA responsabilizó al Gobierno González y al PSOE de la existencia y funcionamiento de los GAL. Pero también debe saberse que dentro de la propia España no eran pocos los que estaban al corriente de este accionar criminal y terrorista, bajo la fachada de ‘lucha contra la ETA’.
Esa responsabilidad de Felipe González en la creación de los GAL, jamás ha sido reconocido en el Estado español; ni mucho menos existió cuestionamiento alguno desde potencia occidental alguna. Este silencio y complicidad encuentra su justificación en un documento de la CIA donde se exponía que se debía estar alertas «si se confirmara la presunta implicación, las credenciales democráticas de Gobierno y PSOE quedarían seriamente empañadas».
En enero de 1984 la CIA refirió a las muertes de dos refugiados: Ramon Oñederra (Kattu), y Mikel Goikoetxea (Txapela); ‘ignorando’ que lo mismo les pasó a Joxean Lasa y Joxi Zabala (figuraron como desaparecidos). Diez meses más tarde se habían sumado a este accionar otras 9 víctimas mortales más.
Pero los mismos informates que habían sido contundentes en responsabilizar a Gonzalez en sus informes anteriores, a finales de 1984 adoptan otra posición, porque hablan sin responsabilizar al gobierno español, ni al PSOE. Se recurre a una simple “presunción”.
Este sustancial cambio se produjo porque –se exponía-: «Si se confirmara la presunta implicación, las credenciales democráticas de Gobierno y PSOE quedarían seriamente empañadas». Con lo cual, es la CIA la que aparece preocupada por proteger al terrorismo de estado de Gonzalez y su partido socialista, porque era un político totalmente alineado y comprometido con Washington.
Es bueno citar que en su momento, González se opuso al ingreso español a la OTAN, decidido por la UCD. Tanto es así que a lo largo del año 1984, fue el mismísimo Felipe González quien giró hacia una posición favorable a la alianza militar…
A consecuencia de esa mutación, logró sacar adelante (primero) el debate interno de su partido en 1985, y después en la votación de 1986.
Para la CIA, los exiliados víctimas mortales de lass acciones de los GAL han sido definidos en la prensa española como «peces pequeños». Un tema que preocupa a la CIA, pues ello podría terminar incrementando el número de miembros de ETA.
Tras conocerse los informes de la CIA, desde el PSOE estrecharon filas y salieron a brindarle total protección a González. Argumentaban que “transformó este país” y que hizo que “entrara en la UE”.
Hechos estos que no tienen absolutamente nada que ver con ser el creador y protector de bandas terroristas desde el propio Estado. Pareciera que para los políticos que lo protegen a González, ese accionar terrorista habría sido importante y fundamental (y necesario) para que España ‘se transformara’ y luego ingresra en la UE (¿?).
Además sostenían que en la investigación española de los GAL, Felipe González nunca había sido sentado en el banquillo de los acusados. Y justamente ello sucedió porque el sistema político, militar, administrativo y judicial españoles fueron cómplices y estrecharon filas. No porque no tuviera que haber terminado sentado ante la justicia.