SANTA FE-ARGENTINA (PrensaMare) El Ministerio de Salud denunció días atrás, que halló en un frigorífico de la capital argentina, 4 millones de dosis de vacunas vencidas que nunca fueron repartidas por el gobierno de Mauricio Macri.
Este hecho se suma al descubrimiento del gobernador Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires, quien encontró en un depósito de Melchor Romero más de 160.000 dosis de vacunas vencidas (debieron ser desechadas por no respetarse la cadena de frío).
Se trató de dosis contra la poliomelitis, doble viral (difteria y tétanos), triple viral (sarampión, paperas y rubéola) y contra hepatitis A y B. Tras el descubrimiento, ningún macrista explicó por qué no dio uso a las vacunas, pudiéndose utilizar y evitar enfermedades; como tampoco, porqué se cortó la cadena de frío.
Pero también dentro del PAMI existió la misma política de desinterés y desidia. Porque en ese ámbito se descubrió que se habían negado a repartir bolsas de ostomía (a pacientes con patologías intestinales severas). Las miles de cajas estaban en un depósito del Correo Argentino; algunas estaban vencidas; mientras que las que eran utilizables fueron entregadas a fin de enero de 2020 (entre 8.300 afiliados).
Este desprecio a…
Los necesitados por parte del macrismo tuvo su correlato –en bueno recordarlo- en en área de educación, donde negó el acceso de estudiantes a elementos indispensables. En enero de 2020 se halló un depósito del Correo Argentino (en Tortuguitas), con más de 100.000 netbooks, 3.000 tablets y 2.000 proyectores que deberían haberse entregado entre estudiantes de la educación pública (Programas: Escuelas del Futuro, Aprender Conectados -ex Conectar Igualdad-, Aulas Digitales y Primaria Digital).
