Mar. 19. Mar 2024, Santa Fe - Argentina
Opinión

EN NOVIEMBRE SE TERMINÓ “EL VERANITO”, EL OXÍGENO (Rodolfo O. Gianfelici)

EN NOVIEMBRE SE TERMINÓ “EL VERANITO”, EL OXÍGENO (Rodolfo O. Gianfelici)

SANTA FE-ARGENTINA (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  Apenas fue designado como superministro Sergio Massa, expusimos desde este mismo sitio que con ello el mediocre gobierno de Alberto Fernández iba a obtener una suerte de “veranito”, un poco de oxígeno, porque dio designado respondía a los intereses de los grupos de poder que manejan la economía argentina.

Han pasado tres meses, un centenar de días y el “veranito” llegó a su fin. No nos equivocamos (lamentablemente).

Fue un breve período de ‘tranquilidad’ cambiaria; con el dólar ‘maniatado’; con el apoyo de los medios de comunicación hegemónicos; con el guiño de la oposición (que aprobó el Presupuesto 2023); con la clases política, económica y financiera sin declaraciones incendiarias.

Pero claró... con la inflación siguiendo al galope y golpeando al grueso de la sociedad argentina, indefensa.

Cómo demostraron los poderosos que tienen la sarten por el mango...? Con el dólar de la calle, elevando su valor. Con una clara maniobra de los sectores financieros apostando a la devaluación. La especulación la lideraron –lógicamente-, bancos, empresas líderes, Fondos Comunes de Inversión, y hasta... empresas que firmaron (la propuesta de Massa) de Precios Justos...

Pero ya se veía venir esta decisión cuando antes de llegar al centenar de días ‘veraniegos’, se cayó al 60% la renovación de deuda del Tesoro en moneda nacional. Los pesos sacados de dicha operatoria se fueron a la compra de dólares, que inmediatamente elevó su valor.

Es cierto que el Ministerio de Economía el 18 de noviembre colocó títulos públicos, donde superó el dinero que iba a buscar. Pero el daño con el dólar, ya estaba hecho.

Primero llegó el dólar soja que benefició a unos pocos; luego el Banco Central (BCRA) perdió 1.400 millones de dólares en el mercado de cambios. Hoy existen algunos dólares más que los que existían cuando Massa llegó al cargo, pero todo está en una riesgosa nebulosa.

Esta economía con dos monedas pujando es insostenible. Tan grave es la situación que se trabaja en Economía pensando si “los dólares alcanzan” para llegar hasta marzo o abril del 2023. Ello teniendo en cuenta la sangría diaria que oscila entre 70 y 100 millones de dólares por jornada.

Con lo que hay “en caja” no se llega ni a mitad de febrero de 2023... Y entonces?

Bueno, es allí donde aparecen las ‘ideas’ que simpre apuntan a lo mismo: de-va-lua-ción-. Por gotas o brusca, pero devaluación al fin, que terminan pagando las mayorías populares.

En medio de ese resultado final, aparecen propuestas de ‘sectorizar’ el dólar, desdoblar el mercado cambiario, frenar las importaciones... Todo lo cual impactará en la economía interna, puede paralizar ciertas actividades y el dólar seguirá siendo el mejor reaseguro ante la inflación.

La maniobra devaluadora es fuerte y si se tiene que llevar puesto a su amigo Massa, lo harán. Porque a la hora de los negocios, ‘los mercados’ no tienen amigos. Ni siquiera aquellos que le son de máxima confianza.

Todo indica que la decisión del Gobierno es no devaluar; porque llo llevaría a repetir el lastimoso e inolvidable "Rodrigazo" (de 1975).

En medio de esta puja –desigual- arrancó el programa Precios Justos apostando a controlar la inflación. Una idea donde se han comprometido grandes empresas que también apuestan a la devaluación y que han logrado asegurarse en los últimos 2 años ganancias exageradísimas y desproporcionadas para la situación económica general de sus ciudadanos.

La conclusión es que todo lo que empieza mal, termina mal. Y –aunque duela y no se desee-, la mala gestión de Fernández solo rema en medio del mar que él mismo agitó.