MILANO-ITALIA  (PrensaMare)  Recientemente, miles de manifestantes exigieron la retirada de Italia de la OTAN. También acusaron a esa alianza militar de agigantar la guerra en Ucrania.

Se trató de un acto realizado en Roma, donde también condenaron al gobierno italiano por enviar armas y equipo militar a Kiev. Calificaron tal hecho de inconstitucional y contrario al interés nacional.

La convocatoria estuvo a cargo de sindicalistas. Ello se suma a que en el mes de marzo –bajo el silencio informativo occidental- los trabajadores del aeropuerto de Pisa bloquearon la salida de un envío mortal de armas. En forma inmoral el mismo había sido disfrazado de “ayuda humanitaria”. Un verdadero engaño político.

El sindicato USB (Unión Sindical de Base) convocó a una movilización bajo el lema “bajen las armas, suban los salarios”.

 “Los costos de esta guerra ya están recayendo fuertemente sobre los trabajadores”, dijo el sindicato en un comunicado. Agregando que las patronales usan el ataque de Rusia a Ucrania como excusa para despedir trabajadores debido al aumento de los costos.

“Mantenerse al margen de la guerra no es solo una opción, sino una necesidad”, dijo USB. Responsabilizando al gobierno de Mario Draghi de estar arrastrando a Italia a “una peligrosa aventura”.

“Una vez más los lazos con la OTAN y las ambiciones de la superpotencia de la UE están prevaleciendo sobre los intereses de nuestro país. Y una propaganda apabullante está apagando todas las voces críticas”, dijo el sindicato. Denunciando que las condiciones de vida se están reduciendo para millones de italianos comunes.

“¿Cuándo se convertirán en prioridades los salarios, las pensiones, los servicios, la vivienda [y] las condiciones de vida?” preguntó el sindicato.

“Al igual que los trabajadores del aeropuerto de Pisa se negaron a cargar armas en los aviones, al igual que los trabajadores en Génova se negaron a cargar barcos con carga militar, al detener actividades vitales es posible sacar a Italia de la guerra”, dijo USB.

Estas acciones han imitado a las efectuadas por trabajadores griegos que bloquearon la salida de ayuda militar letal del puerto de Alexandroupolis (noreste de Grecia), importante centro para el despliegue de tropas de Estados Unidos y la OTAN en Europa del Este.

Antes de la movilización en suelo romano, hubo una huelga nacional de millones de trabajadores exigiendo aumentos salariales a medida que los precios suben y aumenta la oposición a la guerra y el militarismo.