Mie. 11. Set 2024, Santa Fe - Argentina
Opinión

LA INMORALIDAD DE LOS “PACIFISTAS” (por Esteban D'Arret)

LA INMORALIDAD DE LOS “PACIFISTAS” (por Esteban D'Arret)

SANTA FE-ARGENTINA  (por Esteban D’Arret, PrensaMare)  EEUU ha tomado ‘la bandera’ de la pacificación, reclamándola para Ucrania. Suena irónico y hasta tragicómico, porque fueron las políticas de Washington las que fueron llevando el ‘rodeamiento’ de Rusia, hasta un punto límite.

Lo firmado oportunamente con Rusia no se cumplió; los reclamos rusos fueron ignorados; las advertencias desde Moscú fueron hábilmente silenciadas para desinformar y –porqué no- para generar una reacción.

Posiblemente en Washington jamás imaginaron una respuesta semejante de Vladimir Putin. Y ahora se muestran sorprendidos.

Pero el tema está en qué hace EEUU tras la acción rusa en suelo ucraniano; porque lejos de ayudar a la pacificación impulsa la resistencia para disponer de una nueva guerra alejada de sus fronteras.

El Pentágono y el gerente del complejo armamentístico estadounidense (Joseph Biden) no dudan en continuarla militarización de Kiev, cuando toda su infraestructura militar ha sido aniquilada. Se trata de una “resistencia” inútil.

El motivo responde a que EEUU –con problemas económicos internos- no puede ‘darse el lujo’ que una actividad industrial (como la militar) que ocupa a millones de personas, ‘se enfríe’. Tras el fracaso y derrota militar sufrida en Siria, necesita otro frente guerrero.

Washington informó sobre el próximo paquete de ayuda a Kiev que además de lo económico, incluirá armamento pesado. Es decir que eleva la calidad y potencialidad del aprovisionamiento militar, respecto a los envíos anteriores. Lo cual, es contradictorio al reclamo de pacificación.

Hasta el momento –según datos propios y oficiales-, su asistencia militar para Ucrania alcanzó los 3.200 millones de dólares durante la actual presidencia (2.500 millones de ellos desde el pasado 24 de febrero).

Desde EEUU ‘explican’ que los cambios de armamentos que se envían responden a las ‘necesidades ucranianas’ según los ataques rusos. Pero lejos de ello el objetivo central de Washington es que responde a sus propios intereses económicos y a su propia política exterior.

Esta claro que desde hace décadas EEUU pretende una Rusia debilitada, aislada, débil y si fuera posible, dividida con el surgimiento de nuevas naciones. Por ello su política de ‘rodeamiento’ a través de sus propias fuerzas y la OTAN, con la incorporación de nuevos asociados a dicha alianza militar.

También está claro que mienten al afirmar que pretenden una “Ucrania libre e independiente”. Ya desde antes del ingreso de las tropas rusas dicho país no era ni libre ni independiente. El golpe de estado organizado por EEUU y la Unión Europea terminó por condenar a Ucrania a la dependencia.

Ahora este país se encuentra en medio de una maniobra geopolítica, donde a EEUU poco y nada le interesa Ucrania ni su pueblo.

Por ello la estrategia de Washington es lograr que los ucranianos “resistan” a Rusia, para lo cual le proveen dineros que jamás podrán devolver y harán cada vez más dependiente y esclavo al país, y le proveen armas para un enfrentamiento que jamás podrán llevar a ganar.

El objetivo de EEUU es que Ucrania siga luchando; ello la empobrecerá y a la vez le generará más costos económicos, militares y de vida a los rusos (que es en verdad a quines buscan debilitar).

Esta situación ucraniana vendría a ser una continuidad del fracaso sirio, donde sus gobernantes, su pueblo, la solidaridad rusa y de otros países asiáticos le asestói una gran derrota a EEUU, la UE y sus aliados mundiales.

Esta guerra en la Europa del Este, le cae de perillas a Washington, porque –además-, genera temor en el resto de Europa, y con ello su avance.

Porque se trata de países que en general carecen de política exterior y son dependientes de lo que haga Washington. Es así que esta confrontación entre pueblos eslavos, genera temor y mayor acercamiento a EEUU. Ello significa más compra de armamento, y actitudes más dóciles y dependientes.

EEUU apuesta a que Rusia deba enfrentar un extenso conflicto que constituiría un desgaste, afectando su economía. Lo cual sería complementario de su batería de sanciones económicas que occidente le aplica a Moscú.

Dentro de esta confrontación, nuevamente EEUU aparece beneficiado pues arriega poco, teniendo en cuenta que su ependencia de productos energétivcos rusos es baja; mientras que los europeos afrontan una elevada dependencia.

Por ello desde la UE algunos países (los más poderosos) ha actuado con ‘prudencia’ atendiendo a esa dependencia energética de Rusia. Lo que los ha llevado a la inómoda situación de ser rehenes energéticos (de los rusos) por un lado, y rehenes políticos (de Washington) por el otro.

Pero no solo eso, sino que los europeos haciendo seguidismo de la geopolíca washingtoniana y sin políticas propias corren el riesgo de quedarse con la guerra cercana (en Ucrania), mientras EEUU en algún momento terminará centrando su accionar en la guerra integral que ya lleva adelante contra China.

Toda esta situación –por si fuera poco- hace que EEUU avance en sus agresivas políticas económicas –para beneficiar a sus multinacionales-, por lo que no duda en desentenderse de sus ‘amigos’ europeos, y busque destruirlos económicamente. Para lo cual opera desde sus embajadas para sacar del medio a sus competidores comerciales (los europeos).

De esta forma, Biden y el Pentágono reactivan y le aseguran negocios al poderosísimo complejo industrial-militar; logran neutralizar internamente a grupos de poder cercanos a Donald Trump; debilitan a Europa; ganan mercados comerciales; y se fortalecen para la gran lucha contra China.

Pero a todo lo anterior se podría agregar un bonus: y está referido a que EEUU siempre se opuso al poryecto alemán de contruir el gasoducto Nord Stream II. Un proyecto que llevaron adelante los rusos (proveedores de gas), que le permitiría a los alemanes avanzar en sus objetivos energéticos y climáticos.

Por ello, el objetivo de Washington fue que se generaran las condiciones para presionar a Alemania a abortar ese proyecto (aspirando al cierre del gasoducto). Por ello usaron a Ucrania para que desafiara (¿?) a Rusia, la provocara y se generara algún tipo de reacción desde Moscú (imaginaban un pequeño ataque a la región del Donbass ucraniano, para proteger a las dos repúblicas independentistas). Lo cual llevaría a Washington a llevar adelante una estrategia de aislamiento de Rusia y abortar el Nord Stream II... Ello porque estratégicamente, Washington busca por todos los medios evitar que existan políticas más estrechas entre Rusia y Alemania.