MONTEVIDEO-URUGUAY (por Jorge Aniceto Molinari) Dice el historiador Jorge Nelson Chagas Fausto, en una de sus notas sobre la historia del golpe de Estado de 1973 en el Uruguay:
“El viernes 5 de octubre de 1973 salió a circulación el semanario 9 de Febrero, su redactor responsable era Luis Michelini, que había sido secretario de prensa del senador colorado Amílcar Vasconcellos y era un personaje oblicuo que tenía contactos fluidos con políticos, militares, diplomáticos y personal de los servicios de inteligencia nacional y extranjeros. Sergio Israel, se inspiró en él para escribir su novela “El agente rojo”. Ahí lo muestra como un hombre sin escrúpulos que está dispuesto a venderse al mejor postor y se cree con capacidad de entender y manejar fuerzas que, desde el principio, lo manipulan”.
A partir de esto Jorge abunda en los errores cometidos particularmente en la izquierda con respeto a la sucesión de los hechos posteriores, particularmente sobre la valoración de la posibilidad de un triunfo de una corriente “peruanista” en el seno de las fuerzas armadas.
Su valoración me merece el siguiente comentario: Los errores que se cometieron y que cometimos –no me excluyo- hoy con el correr de los años podemos decir que son producto de nuestra insuficiente formación ideológica. Sobre un texto como “El imperialismo fase superior del capitalismo” apenas si manejábamos referencias y en su mayoría con una valoración equivocada. Jamás pensábamos en un mundo como el que hoy vivimos, con una zona de libre comercio –la más grande de la historia- en cuyo centro están países como China y Vietnam, gobernados por Partido Comunistas. Para nosotros el tema era que se extendiera la mancha roja que “El País” mostraba como comunismo, lejos del concepto de Marx de que un modo de producción no abandona la historia hasta agotar todas sus posibilidades.
Sin embargo y debería ser tomado en tu análisis Jorge, que hubo quienes no se equivocaron, como el General Liber Seregni (foto), y yendo al plano ideológico el Dr. Carlos Quijano. Seregni preservando al Frente como herramienta de nuestro pueblo y Quijano haciendo un análisis correcto de las fuerzas que se movían en el interior de las fuerzas armadas del país.
La lucha entre el hacer de la intervención yanqui, y la resistencia nacionalista en el continente, aún hoy está presente, con una variante: el quiebre que introdujo en la relación interna de las fuerzas armadas de Venezuela el Presidente Chávez, hasta hoy perdura, en un proceso en que la debilidad yanqui es cada vez más notoria, pero no por ello hay que dejar de señalarla.
Cuánto hay de verdadero y de aventura en cada uno de estos episodios, hay que dejar que la vida los decante, pero así como es deber del historiador buscar y tener en cuenta todos los documentos, también es necesario valorar a los actores. Quijano y Seregni deben ser mencionados por su rol relevante, que los acontecimientos posteriores y los años han ayudado a potenciar.
