MILANO-ITALIA  (PrensaMare)  Recientemente Rusia dispuso un movimiento interno de sus tropas, e inmediatamente desde la prensa occidental se informó que ello era “un repliegue”, dando a entender que respondería a los reclamos de potencias occidentales.

Frente a ello, desde el Kremlin se afirmó que se trató de un movimiento que estaba programado y no responde a la "histeria" de occidente.

Los soldados eran parte de ejercicios militares y que su retirada ya estaba prevista para cuando terminaran los mismos, indicó la autoridad rusa.

El movimiento del ejército ocurrió en las circunscripciones militares Oeste y Sur, ambas limítrofes con Ucrania. "Las unidades cumplieron sus misiones ya empezaron a montar en trenes y camiones, y hoy se dirigirán a sus guarniciones", declaró el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov (foto).

"Siempre dijimos que después de las maniobras... las tropas volverán a sus cuarteles de origen. Y eso es lo que está ocurriendo ahora”, dijo a la prensa el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov. Un hecho normal y natural programado, y no una aceptación de exigencias de EEUU que continúa sosteniendo que Rusia invadirá a Ucrania.

Los movimientos de tropas rusas obedecen a su derecho soberano a defender su territorio ante el ‘rodeamiento’ que ha efectuado EEUU y la OTAN sobre dicho país, instalándose o pertrechando militarmente a países limítrofes de Rusia. El propio Peskov anticipó que en el futuro Moscú va a organizar "más ejercicios en toda Rusia".

Las autoridades rusas niegan tener ambiciones de invasión a Ucrania y denuncian que la amenaza real la está haciendo occidente, con la expansión de la OTAN hacia Europa del este. De allí que exige "garantías de seguridad", en especial un veto a la entrada de Ucrania en la Alianza.