CIUDAD DE MÉXICO-MÉXICO (PrensaMare)  La potencia militar más poderosa del mundo sigue siendo acorralada por un ‘peligroso enemigo interno’: la deuda pública.

El presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, aprobó tras reuniones y urgencias, una legislación que eleva el límite de la deuda federal, lo cual le permite evitar que el país caiga en un impago de su deuda nacional (default).

Al respecto, el mandatario declaró: “Ninguna de las partes obtuvo todo lo que querían, pero el pueblo estadounidense consiguió lo que necesitaba. Evitamos una crisis económica, un colapso económico”.

Lo cual no es verdad; solamente ha logrado una postergación; un “patear el problema hacia delante”.

El acuerdo se produce tras una larga negociación entre Biden y los líderes republicanos, a quienes los demócratas criticaron por tomar la economía como rehén para forzar la implementación de recortes en los gastos del Gobierno.

El acuerdo establece que se recorten los gastos de la asistencia alimentaria destinada a las personas que padecen hambre y permite agilizar la aprobación y construcción del gasoducto Mountain Valley. También protege los recortes impositivos para los ricos y enriquece a las empresas contratistas de defensa.

En definitiva este ‘oxígeno’ en medio de una larga agonía, solo será sufrido por las mayorías más necesitadas del país, mientras los ricos y principalmente el poderoso complejo industrial militar acrecienta sus ganancias.