VOTARON EN ISRAEL
Por segunda vez en el año...
MILANO-ITALIA (PrensaMare) En abril hubo elecciones legislativas, que se repitieron este martes, donde el premier busca su continudad. Benjamín Netanyahu lleva más de una década de hegemonía política.
Los sondeos daban un ‘empate técnico’ entre él y el exgeneral Benny Gantz, al que le dan la característica política de “centrista”. En la parte final de la campaña el ultraderechista Netanyanhu prometió la anexión de parte de la ciudad palestina de Hebrón si es reelegido.
Una forma de ‘motivar’ más a la ultraderecha, el nacionalismo y los colonos asentados en tierras usurpadas en Cisjordania y Jerusalén Este. El premier lleva más de una década en el cargo (tres mandatos consecutivos). Esta “promesa” de anexión significa quitarles el 30% de la superficie cisjordana.
El centro histórico de Hebrón incluye la mezquita de Ibrahim y el santuario judío de la Cueva de los Patriarcas; junto al asentamiento colindante de Kyriat Arba. Para desafiar aún más al mundo, Netanyanhu reunió el último domingo al gabinete en territorio ocupado.
Por su parte el Gobierno de la Autoridad Palestina efectuó una reunión de sus ministros en el valle del Jordán, como forma de responder al insultó israelí.
Con su declaración anexionista, el líder del Partido Likud terminó por desviar el rumbo de los problemas de su país. La fecha elegida para esta nueva votación no fue casual. Netanyanhu lo hace en plena temporada veraniega y ello lo beneficia porque la abstención será alta.
Se sabe que Netanyanhu ya ha negociado con el ultraconservador laico Avigdor Lieberman y su partido Israel Nuestra Casa (que podría lograr 8 escaños). Y también con los extremistas antiárabes del grupo Poder Judío, herederos de un partido racista proscrito (que podrían lograr 3 parlamentarios en la Kneset). Con esas sociedades, Netanyahu puede ver completada la mayoría de 61 votos que precisa para mantenerse en el cargo (pues su partido quedaría con 56 a 58 escaños).
Actualmente el gobierno es una alianza de ultraderehistas del premier, más los ultraortodoxos y la extrema derecha. A todo ello, el exgeneral Gantz quiere emerger como una alternativa de centro-izquierda. El problema está en cuántos votos y escaños obtendrá la comunidad árabe (representa un 20% del censo electoral); y el riesgo de la desaparición del laborismo de la Cámara.
El oibjetivo de Gantz es el de convertirse en una suerte de ‘heredero’ de otros primeros ministros castrenses como lo fueron Isaac Rabin y Ehud Barak.
A nivel internacional, las dos grandes potencias –a través de sus mandatarios- le han enviado un claro mensaje a Netanyahu. Donald Trump (de EEUU), apenas le prometió un acuerdo de seguridad bilateral (que deberá confirmarse). Mientras que Vladimir Putin (de Rusia), no avaló el pedido del premier israelí para atacar en Siria de manera ‘libre’ (para con ello intentar golpear a Irán).
Ambos políticos, cada uno según sus entendimientos comprenden, al igual que el resto del mundo, que una década de Netanyahu solo ha servido para agravar todo intento pacificador en la región, y que constituye un grave peligro para la paz mundial.