SANTA FE-ARGENTINA (por Angel Dodorico, PrensaMare) El ambiente colonista en la última semana no era bueno. Se especulaba y comentaba con que el partido en Santiago del Estero sería “clave” para la continuidad (o no) del entrenador Sergio Rondina.
Y así ocurrió. La derrota 3-0, jugando mal, terminó por provocar la salida con apenas 7 partidos dirigidos.
Averiguar en qué se sustentó la llegada y contratación del ténico en su momento, será tema de otro artículo, y donde –seguramente- jamás conoceremos cuales fueron las evaluaciones y fundamentos del presidente José Vignatti y del Secretarioa Técnico Mario Sciaqua.
Lo que si debe tenerse presente es que el arribo de Rondina fue porque Julio C. Falcioni (su predecesor elegido), también se fue din dejar absolutamente nada de proyecto en marcha...
Si bien Rondina aspiró a dirigir ante Tigre tratando de comenzar ahallar el rumbo, la dirigencia le informó que no tenían margen y necesitaban descomprimir la situación ante la hinchada.
Por ello apuraron su salida y la designación interina de Adrián Marini para armar el equipo. De esa forma se evitan posibles protestas, enojos y malos momentos antes, durante y/o después de jugar con Tigre.
Qué pasó con este breve algo más de un mes de Rondina por Colón...?
Bueno... varias situaciones. Comenzando por no encontrarle la vuelta al equipo. Con formaciones que generaban más dudas que certezas. Con algunas decisiones (caprichos?) de no considerar al delantero Mario Otazú y al centrocampista Baldomero Perlaza, que no cayeron bien en la dirigencia (ni en el plantel). Y también con cierto desencanto en cuanto a la forma de fijar los entrenamientos.
Si a ello le agregamos que de 7 partidos solo sumó un triunfo (donde se mereció mucho menos), y nunca se mostró una mejoría respecto a la etapa con Falcioni, se estaba ante una situación explosiva.
Le quedó grande dirigir a Colón...? Posiblemente. Nadie niega la capacidad de Rondina, ni la capacidad para armados de equipos y a que a ellos les ha inculcado una forma de buen juego futbolístico. Pero Colón es un grande del país, con otras exigencias y otros tiempos.
Resultó evidente que algo falló en su elección. Y no es una simple conclusión con el resultado puesto; han sido demasiados frentes abiertos los que tuvo el entrenador en tan escaso tiempo, que terminaron por llevarlo a su salida anticipadísima.
Ahora llega el momento de rumores, operaciones de prensa, trascendidos y maniobras para la elección del nuevo entrenador colonista. Pero no debería haber apuros; porque antes de la elección, Vignatti debería bajar a tierra y efectuar una autocrítica. Quizás ello le sirva para dejar de cometer tantos errores evitables.