SANTO DOMINGO-REPÚBLICA DOMINICANA (especial para PrensaMare) A medida que pasan los días desde el crimen del presidente Jovenel Moise, todo se complica y enrarece más. Pareciera que existiera en marcha una gran operación tendiente a que nada quede en claro, y que al final pase desapercibido quién o quienes han estado detrás del magnicidio.
Ya se ha denunciado que se estaría tramando una “intervención humanitaria” a manos de EEUU (o de algún grupo de países que responde a Washington), con el objetivo de tomar el control liso y llano del país. La ubicación geográfica de Haití, respecto a Cuba, Nicaragua y Venezuela resulta de suma importancia para EEUU (y sus aliados, la Unión Europea, Canadá, Japón, Israel, Australia y Arabia Saudi, entre otros).
Además, es un secreto a voces que Haití es una ‘base de paso’ de enormes cantidades de cocaína producida en Colombia, con destino al mercado estadounidense.
La intervención de terroristas de diferentes países americanos en el crimen del mandatario, pretendería instalar la imagen que “bandas criminales del exterior” pondría en riesgo la ‘tranquiliudad’ haitiana; para lo cual, llegaría una intervención de potencias occidentales destinada a brindar ‘tranquilidad’ a sus habitantes.
Inclusive ya se está instalando en los medios informativos que políticos de Haití ‘reclaman’ la intervención “pacificadora” estadounidense. Un pedido que hasta alcanzaría almismísimo actual ministro Mathias Pierre (según la agencia británica Reuters y el influyente diario The New York Times).
Lo cierto es que el pequeño país sufre una eterna crisis, pero provocada por potencias occidentales. En estos días post-crimen del presidente, no existe anarquía, ni descontrol alguno. La ciudadanía continúa con sus actividades normales.
La prensa internacional, controlada por occidente solo habla del crimen refiriéndose a la cantidad de participantes en el hecho, sus nacionalidades, las detenciones y los prófugos. Pareciera que con ello buscan ocultar el verdadero objetivo del criminal suceso.
Las autoridades anunciaron el arresto de 20 personas y pidieron a Estados Unidos el envío de tropas para ayudar a defenderse. La policía fue enviada a las calles a buscar “sospechosos” (¿?), y a causa de ello mataron a 3 personas.
Sigue siendo un misterio cómo los criminales del mandatario pudieron ingresar a su residencia sin resistencia de su custodia. Luego de haberlo matado, y al retirarse se produjeron entrecruzamientos de disparon, que habrían arrojado 2 muertos (entre los atacantes).
Resulta sugestiva la cantidad de mercenarios colombianos (exmiliatres) intervinientes en el hecho, como la facilidad con que fueron detenidos posteriormente. Para algunas fuentes, se trató de usarlos como criminales y luego tenderles una trampa, para apresarlos. Desde el Departamento de Estado de EEUU informaron que no tenían informes respecto a que la guardia presidencial hubiera actuado defendiendo a Moise.
Nadie ha podido aclarar cómo ha sido posible que para semejante atentado hayan participado tantas personas. Se habla de 20 detenidos, 2 muertos y 5 fugados.
En las intrigas que surgen (o se instalan), se habla de ‘luchas internas’ en torno al poder político-militar haitiano, a disputas entre grupos militares del país,
Desde Washington anticiparon que ya estaban en marcha personal del FBI y funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional para –en el lugar (Haití)-, evaluar cómo ayudar.
En medio de la crisis generada por la muerte de Moise (y el desinterés generalizado de la sociedad), el senador Patrice Dumont denunció al primer ministro interino, Claude Joseph, de planear un golpe de Estado. Sostiene que no es un “primer ministro normal”, sino un funcionario que ha avanzado aprovechándose de la grave situación. Por ello llamó a que se lo presione para forzarlo a renunciar. El premier –mientras tanto- solicitó que EEUU envíe tropas para “garantizar la seguridad” (¿?).
El país soporta una difícil situación; no por esta muerte, sino porque su clase dirigente y las potencias occidentales han anarquizado la sociedad permitiendo y alentando la formación de pandillas de delincuentes que luchan entre ellas, por controles territoriales dentro de ciudades, o directamente controlando pequeñas urbes. Este ambiente ha generado muertes, secuestros, extorsiones, crecimiento del narcotráfico y abandono de sus viviendas y ciudades por prte de miles de familias (que se mudan escapando de la violencia).
El control de las bandas es tan grande que impiden circulaciones por carreteras, provocando desabatecimientos, inclusive de gasolina.
Las autoridades haitianas informaron que entre los apresados por el atentado se encontraban 2 estadounidenses. Desde Washington se comunicaron con ambos telefónicamente a través de personal del Departamento de Estado. Sucesos que sirven para abonar aún más este rarísimo rompecabezas. Extraoficialmente se conoció que entre los numerosos detenidos existen varios que colaboraban aportando información a la CIA, la DEA y el FBI estadounidenses...
La justicia haitiana ha podido reconstruir, según declaraciones de los detenidos, que todos llevaban entre 3 y 6 meses en el país. Los únicos que mantuvieron una posición evasiva fueron los 2 estadounidenses, que recibieron breves interrogatorios.