Llamativa decisión...

WASHINGTON-EEUU  (PrensaMare)  El Departamento de Estado ordenó el miércoles 15, la salida del personal no esencial presente en Iraq. Además, recomendó a los ciudadanos estadounidenses contra viajar a ese país, cuando crece la tensión que EEUU busca imponer a las relaciones con Irán.

Los empleados que trabajaban en la Embajada de Estados Unidos en Bagdad y en el consulado en Erbil, recibieron instrucciones de abandonar Iraq. Suspendiéndose “los servicios de visas normales se suspenderán temporalmente en ambos sitios”.
Algunos de los empleados que laboraban en la embajada en Bagdad, continuarán brindando funciones consulares a nacionales de EEUU, en la ciudad de Basora.
Washington emitió una alerta de viaje de nivel cuatro, que llama a no viajar a Iraq (ante el riesgo de terrorismo, secuestro y conflicto armado).
Días atrás, el secretario de Estado, Mike Pompeo, realizó una visita inesperada a Iraq. Más tarde el Comando Central de Estados Unidos (que supervisa las operaciones militares en el Medio Oriente), señaló que creció el riesgo de amenaza para las tropas de EEUU en Iraq y Siria.
Toda esta situación encaja en la decisión del 8 de mayo de 2018, cuando el presidente estadounidense Donald Trump, decidió unilateralmente la salida del Acuerdo Nuclear con Irán.
Al comenzar este mes de mayo, el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, anunció el despliegue en la región del grupo de combate del portaviones USS Abraham Lincoln y una fuerza de bombarderos. Una forma de enviar “un mensaje” (¿?) a Irán.
Para esta maniobra, la administración de Trump dijo –sin prueba alguna-, que Teherán estaba movilizando grupos de poder en Iraq y Siria para atacar a las fuerzas estadounidenses. Todo lo cual ha sido rechazado por los gobernantes iraníes.