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SENTENCIARÁN A UN REPRESOR DE LA ESMA

SENTENCIARÁN A UN REPRESOR DE LA ESMA

CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA (PrensaMare)  A 46 años del secuestro y desaparición de Hernán Abriata, el Tribunal Oral Federal 5 puso fecha de sentencia: el próximo 21 el represor de la ESMA, Mario Sandoval sabrá cual es el fallo.

Se trata de un represor que fuera subinspector retirado de la Policía Federal, que es juzgado respecto de su responsabilidad y participación en el operativo que, en la noche del 30 de octubre de 1976, tuvo como víctima a Abriata, estudiante de Arquitectura y militante de la JUP (Juventud Universitaria Peronista).

En la última jornada del proceso, el defensor público Gerardo Miño solicitó la absolución de Sandoval. Sostuvo que él no es quien la familia de Abriata dice que es: el jefe del operativo que irrumpió en la casa de los Dittmar (familia política de Abriata), en el porteño Barrio de Belgrano. Lo buscaban a él, y logran secuestrarlo en su departamento, a unas cuadras de allí.

La querella de Patricia Walsh, Carlos Lordkipanidse y la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, solicitaron prisión perpetua para Sandoval por considerarlo responsable del delito de genocidio.

La querella que compartieron el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y el colectivo KAOS pidió la pena de 21 años de cárcel por hallarlo coautor penalmente responsable de la privación ilegal de la libertad de Abriata y de la imposición de tormentos que sufrió en la ESMA.

La abogada del CELS, Sol Hourcade, añadió que “se comprobó que Sandoval actuó con conocimiento y voluntad de realizar” los hechos. Y que por su cargo (en la Policía Federal) "sabía que aquello era ilegal, que había un plan criminal en curso”.

La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación solicitó 20 años de prisión; la misma que requirió la fiscalía, a cargo de Leonardo Filippini.

La noche del 30 de octubre de 1976...

Un grupo civil de represores –con de armas de fuego- ingresó en la casa de la calle Superí al 2200 en busca de Abriata. Dentro del grupo de civil había varios reconocidos represores de la ESMA, y eran apoyados por agentes uniformados que rodearon la manzana.

En la calle, había 2 camionetas cuya caja estaba cubierta por una lona en la que podía leerse Escuela de Mecánica de la Armada, recordó Claudia Dittmar durante su testimonio.

En la casa amenazaron a los padres y la hermana de Hernán (que allí vivía) y la familia de su esposa Mónica, los Dittmar. Siendo amenazado, el padre de Hernán les dijo que su hijo vivía cerca; la patota lo obligó a llevarlos con él.

Mario Sandoval se presentó como tal, dándole su nombre, le mostró su carnet de la Policía Federal que confirmaba la identidad, y le prometió que a Hernán solo lo llevarían para interrogarlo. Sandoval también le mostró su identificación a Mónica Dittmar.

Abriata fue trasladado a la ESMA...

Compartiendo encierro con, por lo menos, 3 que sobrevivieron a ese centro clandestino: Carlos Loza, Oscar Repossi y Rodolfo Picheni (estuvieron con él en “Capuchita”, sector de dicho CCD). Loza y Repossi lo relataron en su testimonio ante el Tribunal; Picheni se suicidó hace una década.

Sandoval integró el área...

De Asuntos Políticos de la Superintendencia de Seguridad Federal de la Policía durante la dictadura (en democracia huyó a París, Francia). Trabajó como ‘experto’ en seguridad interior. Fue descubierto por un artículo de Página/12 en 2008 y en 2012 a través de la familia Abriata la Justicia argentina comenzó a pedir su extradición, que logró casi una década después.