Hizo todo lo posible para que lo sancionaran...

MONTEVIDEO-URUGUAY  Su andar golpista y como vocero de los “halcones” del Pentágono le costó caro a Luis Almagro. Aunque posiblemente a él, poco y nada le interese.

Pero lo concreto es que el Frente Amplio (FA), la coalición de centroizquierda que gobierna en Uruguay, lo expulsó de sus filas. Internacionalmente es una noticia de mucha repercusión; máxime si se tiene en cuenta que este FA se presenta una versión muy ligth (respecto a años anteriores).

Almagro es el actual secretario general de la OEA, y se convirtió en un buscador de voluntades golpistas contra el gobierno de Venezuela y Cuba.

La otra decisión de importancia del plenario del FA fue que inhabilitó por todo el período electoral del exvicepresidente Raúl Sendic (2015-2017), que está procesado por malversación de fondos y abuso de funciones.

La sanción a Almagro se sustanta en la grave violación de expresar que no se oponía a una intervención militar al gobierno venezolano de Nicolás Maduro. Lo increíble es que todo su anterior golpista anterior no hubiera sido repudiado (y sancionado)…

Almagro es un diplomático de carrera; fue canciller del presidente José Mujica (2010-2015); llegó a la OEA beneficiado por el prestigio regional e internacional que había ganado Mujica.

Diás atrás a esta condena, Almagro amplió sus manifestaciones pro-estadounidenses al afirmar que “Es la dictadura más antigua de América”. Acusó a su gobierno de perpetrar crímenes de lesa humanidad y de exportar violencia a Venezuela y Nicaragua. 

Las constantes manifestaciones de Almagro lo llevaron a ser cuestionado en el interior del FA y a distanciarse de Mujica. Este año respaldó una carta enviada por Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Paraguay y Perú, a la Corte Penal Internacional (CPI) exigiendo que se investigue al gobierno de Maduro por crímenes de lesa humanidad.