TUCUMÁN-ARGENTINA  (PrensaMare)  El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en la investigación del Pozo de Vargas, logró la identificación de los restos de José Edgardo Córdoba. Había desaparecido el 17 de diciembre de 1975, en el marco del terrorismo de Estado.

Los estudios genéticos fueron realizados por el Equipo sobre restos óseos recuperados por el Colectivo de Arqueología, Memoria e Identidad de Tucumán. Este es el segundo caso de un ciudadano naciod en Catamarca que es identificado en el Pozo de Vargas; el anterior había sido Juan Carreras (desaparecido en 1976 en Tucumán).

Córdoba era conocido familiarmente como “El Morocho; su pader murió de tristeza; su madre vive en un geriátrico.

Había nacido el 18 de marzo de 1951 en San Fernando del Valle de Catamarca. El 3 de noviembre de 1975 fue secuestrado de su casa en la ciudad de Tucumán. Fue cuando apenas amanecido un grupo de represores vestidos de civil, encapuchadas y portando armas se lo llevó.

Lo tuvieron en la Jefatura de Policía de Tucumán, y al día siguiente fue liberado por gestiones de su hermano. Siguió haciendo su vida normal y estudiando derecho. El 17 de diciembre del mismo año, al ir a trabajar (era preceptor en un colegio), fue secuestrado por represores que se movilizaban en 3 vehículos particulares; tenía 24 años. Su madre hizo infinidad de trámites y gestiones y llegó a recurrir hasta el mismo arzobispo Blas Victorio Conrero.

Las gestiones del religioso le permitieron averiguar que Córdoba estuvo alojado en el ex ingenio Nueva Baviera: luego lo llevaron al CCD (centro clandestino de detención y torturas) Escuelita de Famaillá, en Tucumán.