SANTA FE-ARGENTINA (PrensaMare) El Acuerdo de Retirada del Reino Unido de la Unión Europea dio paso a la ejecución de un Brexit.
Un hecho que es analizado desde lo económico y político regional (a nivel europeo), pero que puede tener implicacias referidas al colonialismo británico, en Europa y América. Concretamente respecto a sus ocupaciones en Gibraltar (España) y las Islas Malvinas (Argentina).
Al salir de la Unión Europea, los políticos británicos deberán discutir sus futuras relaciones con Bruselas en nombre de toda la familia británica incluyendo la situación de Gibraltar (a pesar de que este territorio no sea parte de la zona Schengen).
El 97% de los ciudadanos de Gibraltar (territorio español ocupado y administrado por el Reino Unido desde 1713), se opuso al Brexit en el referéndum de 2016. Votaron a favor de permanecer en la UE con el estatus de miembro de pleno derecho pero fuera de la unión aduanera y de la Política Agraria Común del bloque.
Sin embargo, la salida de Gibraltar de la UE podría acarrear problemas a los ciudadanos de los Estados europeos. Porque deberían instalarse inspecciones aduaneras en el puerto de la península. Lo cual generará problemas diarios si se tiene en cuenta que unos 9.000 españoles trabajan en el peñón de Gibraltar. Ello en razón que estarían ingresando en un territorio que no pertenece a la UE.
El 18 de enero de 2020, el ministro principal del territorio británico de ultramar, Fabian Picardo, anunció la intención de Gibraltar de unirse a la zona Schengen después del Brexit. Sostuvo que ello le permitiría a Gibraltar tener una "frontera flexible" con un bloque de países europeos (la UE).
Habrá que ver…: cual es la posición que adopta a futuro la UE, respecto al colonialismo británico en Malvinas. Para Londres, este no es ningún problema, pues –aseguran- la UE no cambiará su posición. Sin embargo, algunos se ilusionan con que el bloque europeo le quite el apoyo (a los británicos) sobre las Malvinas.
El tema no es menor, y –de seguro- la diplomacia estadounidense no abandonará a los británicos, y llegado el momento sabrá brindarle el apoyo incondicional a través de presiones, extorsiones o sugerencias, a los diferentes gobiernos europeos (de la UE) para que no tengan ninguna acción que le provoque un nuevo problema a Londres.