SANTA FE-ARGENTINA  (PrensaMare)  Si alguien se ilusionaba con que este gobierno de Omar Perotti iba a revertir el desastre al que fue llevada la Gran Experimental La Esmeralda, por el “trío de la feclicidad” (Hermes Binner, Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz), evidentemente se equivoca.

El objetivo del socialismo-radicalismo santafesinos fue el de abandonar para privatizar. Ahora pareciera que el tema se profundiza. Tanto es así que se produjo el escandoloso robo de 6 aves.

Todo indica que unos delincuentes ingresaron al predio (con actividad nula por las medidas a causa de la pandemia por coronavirus…) y se robaron valiosas aves en peligro de extinción. Desde el Ministerio de la Producción efectuaron la denuncia en la Comisaría 26ª, demostrando que las autoridades corren detrás de los hechos.

Tras ingresar, los ladrones cortaron el tejido de una jaula y se llevaron 2 guacamayos híbridos y 4 loros habladores.

Lo increíble es que la seguridad privada del sitio se percató del robo cuando el mismo se había producido, en medio de una de las “rondas” de control (¿?). Pero nos solo ello, sino que el lugar cuenta con cámaras de monitoreo; pero ninguna de ellas funcionaba (¡) al producirse el hecho.

La Estación Zoológica Experimental está ubicada en la avenida Aristóbulo del Valle, al 8700 (zona norte).

Los guacamayos…: son vistosas aves, que habitan en diferentes sitios de Sud América; particularmente en la zona noreste de nuestro país. Ave de gran tamaño y muy colorida, es una de las preferidas de los cazadores y traficantes ilegales. Se encuentra en peligro de extinción.

Evidentemente los ladrones ya ‘tenían en vista’ a estos animales, y solo tuvieron que aprovechar un descuido (¿?) de la vigilancia, ingresar y llevárselos. En el mercado negro cotinza a más de $ 100.000 cada ejemplar.

Los loros…: habladores son animales muy buscados y en el negocio ilegal su cotización oscila entre los $ 12.000 y los $ 20.000.

Llamativamente…: tras la denuncia, los policías actuantes se dirigieron directamente a un inmueble de la zona norte, e ingresaron a revisar su interior. Allía hallaron 57 aves (de 12 especies, varias de ellas en peligro de extinción); pero no encontraron ni a los guacamayos ni a los loros buscados.

Luego de  este “descubrimiento” (¿?) de tantas aves en condiciones de ser comercializadas, la policía detuvo momentáneamente a la dueña de casa (mujer de 65 años), y le labró un acta. Luego las aves por decisión judicial fueron enviadas a… La Granja La Esmeralda (¿?).

El interrogante…: que surge es saber cómo estaba la policía al corriente de la existencia de dicho inmueble con aves…? Porqué no hallanaron antes…?