Vie. 29. Mar 2024, Santa Fe - Argentina

JUSTICIA: CUANDO LOS CRIMINALES BUSCARON IMPUNIDAD

JUSTICIA: CUANDO LOS CRIMINALES BUSCARON IMPUNIDAD

ROSARIO-ARGENTINA  (PrensaMare)  De 1984 a la fecha han pasado más de 37 años. Mucho tiempo es verdad, pero al fin la justicia se expidió sobre un escandaloso hecho.

El 8-10-1984, un comando militar –armado- ingresó a los Tribunales rosarinos para robar documental que delataba el accionar criminal durante la dictadura de 1976 a 1983.

Ocurrió en la madrugada; ingresaron al edificio; redujeron a los policías (atándolos); les robaron sus armas; fueron al juzgado donde se acumulaban las pruebas (colectadas a instancias de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, Conadep).

Rompieron todas las cerraduras y robaron expedientes; posteriormente avanzaron sobre otro inmueble (que se había allanado tiempo antes) en el que se había encontrado papeles de valor y elementos sustraídos en operativos durante la dictadura.

Es esta segunda acción delictiva, redujeron a la custodia y cargaron con todo lo que pudieron.

Una maniobra planificada y llevada adelante por un comando de la estructura de inteligencia del Ejército (en Rosario). Buscaban enviar un aviso a las investigaciones y denuncias, además de privar de pruebas a la justicia sobre los hechos criminales de los uniformados (y civiles) durante la dictadura.

Ahora, la Cámara de Casación…

Ratificó que tales hechos no pueden quedar impunes porque son imprescriptibles y continuarán investigándose en la justicia Federal de Rosario.

Lo firmaron los camaristas Javier Carbajo, Gustavo Hornos y Mariano Borinsky. De esta forma ratificaron lo que habían resuelto tanto el juez Federal de Rosario Carlos Vera Ramos, como la Cámara de Apelaciones de esta ciudad santafesina.

Por estos hechos de 1984…

Están imputados quien era el jefe del II Cuerpo de Ejército Víctor Pino Cano, el jefe de Inteligencia del II Cuerpo (G2) Héctor Fructuoso Funes y Luis Américo Muñoz (jefe del destacamento de inteligencia 121 de Rosario). Faltaría determinar quienes fueron (además de esas 3 “cabezas”) los que participaron intelectualmente y de manera efectiva en los hechos.

Para la Unidad Fiscal, la finalidad del robo “fue neutralizar las acciones legales entabladas por las organizaciones de derechos humanos para llevar ante los estrados judiciales a personal militar y civil del Ejército Argentino, como así también personal policial, en razón de los delitos por éstos cometidos en la jurisdicción del Comando del Segundo cuerpo de Ejército, Subzona 21, Área 211 y que habían sido denunciados Conadep”.