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EL FÚTBOL ESTÁ DE LUTO

EL FÚTBOL ESTÁ DE LUTO

Se fue un grande...

RÍO DE JANEIRO-BRASIL  Coutinho, ídolo del fútbol brasileño y socio futbolístico de Pelé en el Santos de los años de los '60, murió a los 75 años.

"La pequeña área perdió uno de sus profesores", tuiteó Santos, acompañando una foto de Coutinho. Lo apodaban: "Pie de Vidrio".

Antônio Wilson Vieira Honório, nació en Piracicaba, una humilde población del interior de San Pablo. Debutó en la Primera de Santos en 1958. Integró la selección brasileña que ganó el Mundial en Chile, en 1962. Con Santos obtuvo las copas Libertadores e Intercontinental de 1962 y 1963.

Desde el Corinthians -rival de Santos-, también lamentaron su muerte en un comunicado. Coutinho padecía diabetes, y murió en su casa.

Fue el tercer mayor goleador de la historia del club paulista con 368 goles en 457 partidos.

"Es una gran pérdida. La tabla (de pases) entre Pelé-Coutinho hizo a Brasil ser más conocido en todo el mundo. Estoy seguro que un día haremos esas tablas en el cielo. Mis condolencias a la familia", lamentó Pelé.

Si se pudiera resumir de manera puntual las virtudes y logros de Coutinho, enumerándolos como si se tratara de hacer un balance, se debería escribir: 1) Fue el tercer goleador de la história del Santos. 2) Ganó 2 Copa Libertadores y 2 Copa del Mundo de Clubes. 3) Fue considerado el mejor “compadre” de Pelé. 4) Con solo 15 años ayudó a conquistar el título Río-Sao Paulo 1959.

Había sido descubierto a los 14 años por el técnico Lula.

Lo que nadie ha podido entender ha sido su ‘enojo’ con la prensa, a la que se negaba a atender. Inclusive brindó una larga entrevista, que luego exigió que no fuera difundida. Mostraba un gran resentimiento, posiblemente considerando que no había recibido el justo tratamiento y homenaje que se merecía (y en ello, tenía razón). Quizás la mejor expresión en ese sentido fue: "Quando eu fazia uma jogada linda, falavam que era o Pelé. Quando eu errava um passe ou chute, era o Coutinho".

Él era una persona con un fuerte carácter, y nunca aceptó que la prensa le otorgar un papel ‘secundario’, o ‘colaborativo’, ante un Pelé endiosado. Él era un claro protagonista.

Inclusive sus allegados decían que en círculos cerrados solía expresar: "A Pelé o que é de Pelé. A Coutinho, o que é de Coutinho".

Era un goleador exuisito que muy difícilmente pateara fuerte; prefería ‘empujar’ la pelota, de cara a los arqueros. Gozaba con “colocar” la pelota para que ingresara mansamente, lentamente hacia la red.

Su gran lamento fue el Mundial Chile 1962. Porque sería titular, pero llegó con un golpe en un menisco; a su vez, Pelé se lesiona en el segundo juego. Por ello él declaró radialmente en su momento: "A Copa deveria ter sido minha e do Pelé. Acabou sendo do Vavá e do Garrincha".

Cuando comenzó a engordar nadie lo podía entender. Sin embargo, algunos psicólogos sostuvieron que se trató de una “revolta particular” (una reacción interna en su físico). Quizás encontraba en la comida la ‘tranquilidad’ a su enojo por no ser valorizado. Se fue del Santos en 1968; pasó por Vitória, y Portuguesa. Regresó con la casaca santista en 1970, pero no era lo mismo. Se fue al mexicano Atlas; luego al Bangu y en el Saad.

Comenzó a ser entrenador, pero no logró lo que aspiraba, dirigiendo a humildes clubes (salvo dos pasos por Santos), como Valeriodoce, Comercial de Ribeirão Preto, Aquidauana, Santo André, Valeriodoce, São Caetano, Bonsucesso…

Fue un grande en serio; cuando existían muchos grandes. Un talento que brilló. Debería haberse hecho millonario, pero no lo fue.

Sufrió el estar al lado de Pelé; uno de los más grande del mundo que en su momento supo reconocer a Coutinho: "Foi meu mais completo companheiro em campo. Nunca tive igual. Dentro da área era melhor do que eu". Contundente.