MADRID-ESPAÑA (por Fabio A. Pérez, PrensaMare) Pese a que existe un gran silencio, lo concreto ha sido que la pandemia produjo en sus –casi- 2 años, más de 10 millones de personas en situación de exclusión social.
De ella, más de 2,5 millones son jóvenes; además, duplicó la precariedad laboral.
De esos más de 10 millones, casi 6, están en situación de pobreza severa. Esto significa que son 2,5 millones más que en 2018 (la cifra más elevada del país desde 2007).
España –como el mundo occidental- ha logrado importantísimos avances tecnológicos y científicos en las últimas décadas. Pero a la vez se ha generado más desigualdad.
El año 2021 se sumaron más de 650.000 nuevas personas jóvenes (entre 16 y 34 años), a la exclusión; ello significa que en el rango de situación severa, el aumento casi llega a 1,5 millones.
No se trata de datos, informes y estudios realizados por ningún izquierdista sin control. Todo ello surge de análisis realizados por sectores de la Iglesia Católica y fundaciones afines (junto a la agencia Ansa).
Es así que se ha duplicado la precariedad laboral para beneficio de las patronales, que con ello logran ‘aplacar’ los posibles reclamos que podrían plantear los trabajadores (ante el temor de perder su trabajo).
Es así que esta pandemia ha duplicado (llegando a casi 2 millones) los hogares que dependen económicamente de una sola persona como sustento principal, que sufre inestabilidad laboral grave (el doble que en 2018).
De esos 2 millones, el 30% (algo más de 600 mil), no tiene algún tipo de ingreso periódico (como para otorgarle ‘algo’ de estabilidad). Pero además, esta crisis sanitaria ha producido que aumente la brecha (la diferencia) entre la población con más y menos ingresos, en un 25%.
Pero además, en medio de un discurso de ‘igualdad’, creció la brecha de género: la exclusión social creció más del doble en los hogares donde la principal sustentadora es una mujer. Tanto es así que la exclusión social en los hogares encabezados por mujeres pasó del 18% (2018) al 26% (2021). Esta situación se agrava cuando se trata de hogares con extranjeros.
Como si todo lo anterior fuera poco, y cuando también se ha instalado un discurso que alude a la ‘conectividad’ (digital) como una herramienta fundamental para la vida diaria, exsten casi 2 millones de hogares (casi la mitad de los que están en exclusión social) que afrontan el apagón digital. Lo que significa ‘estar afuera del mundo’; ser nuevos analfabetos del siglo 21; situación que afrontan de manera particular los hogares conformados sólo por mayores de 65 años y personas que viven solas.