LA INMIGRACIÓN Y EL GOBIERNO DE ITALIA
FIRENZE-ITALIA (por Gianni Brambilla, PrensaMare) La primera ministra italiana, la ultraderechista Giorgia Meloni, aseguró que Europa deberá preocupoarse y ocuparse más en la frontera sur.
Reclamó crear urgentemente un marco de cooperación para poder hacer frente a los flujos migratorios de una manera más resolutiva.
"Necesitamos más Europa en el frente sur, solos no podemos gestionar un flujo de dimensiones ya inabarcables", afirmó en la clausura de la VIII Conferencia Diálogos Med.
Un encuentro en la capital italiana a la que asistieron jefes de Estado y representantes de más de 50 países para debatir sobre los retos que afronta el Mediterráneo.
Expuso que su país trabaja en impulsar un plan para África, considerando que "un elemento indispensable es la europeización de la gestión de las repatriaciones".
"Pedimos que la Unión Europea relance la aplicación efectiva de los compromisos que ha asumido, a través de la cooperación migratoria con los socios africanos y mediterráneos que deben implicarse más en la lucha contra el tráfico de seres humanos", añadió.
Y continuó: "Una sólida geopolítica del diálogo sólo puede construirse y consolidarse en la zona partiendo de la conciencia de nuestras identidades y valores culturales, de la constatación de que nuestra prosperidad no es posible si no existe también la de nuestros vecinos".
Explicó que su gobierno promueve “un plan Mattei para África, un enfoque que no tiene una postura depredadora, sino de colaboración, respetuosa de los intereses recíprocos, basada en un desarrollo que sabe potenciar las identidades de cada uno... Sólo creando un espacio de estabilidad y prosperidad compartidas podremos afrontar los desafíos de época que tenemos... la estabilización plena y duradera de Libia es una prioridad de seguridad nacional".
Al parecer, Meloni ha perdido la memoria y no recuerda lo hecho por Italia años atrás, en contra de Libia, donde contribuyó al asesinato de Muammar Kadafi (octubre de 2011) y a generar una guerra interna, todavía irresuelta, donde las potencias occidentales solo pretenden rapiñar los recursos naturales.