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Opinión

QUÉ HABÍA HECHO THOMAS RANDELE...?

QUÉ HABÍA HECHO THOMAS RANDELE...?

CIUDAD DE MÉXICO-MÉXICO  (por José Luis Ingratti, PrensaMare)  Existen historias que sorprenden. Generalmente descubiertas o relatadas por terceros; pero en este caso fue el propio protagonista quien se encargó que su mundo la conociera.

Ted Conrad había ingresado a trabajar en el Banco Society National, en la estadounidense Cleveland. Observador como era, y sin llamar la atención a nadie, este aplicado empleado se dio cuenta que la seguridad era mala. Fue así que comenzó a pensar en ‘dar un golpe’ a poco de ingresar a trabajar en enero de 1969.

No quiso involucrar a nadie y en el mes de julio de ese año, apenas al día siguiente de cumplir sus 20 años, ingresó a la bóveda, cargó 215.000 dólares, y se fue caminando tranquilamente, sin que nadie se percatara.

Cuando el equipo de tesorería se dio cuenta de la faltante, Conrad ya estaba viajando en avión, alejándose de Cleveland. Los que realmente se preocuparon fueron sus superiores del banco; la noticia pasó casi desapercibida en un país con problemas y noticias muchísimo más importantes.

El país reclamaba “paz y amor”; habaía cuestionamientos a la guerra en Vietnam; y la nave Apolo XI hacía historia en la Luna.

Inmediatamente de conocido ese faltante, el banco informó a la policía y John Elliott, un alguacil de Estados Unidos, se abocó en el tema, que con el tiempo llegó a asumirlo como un verdadero desafío personal. La casualidad había hecho que tanto el que escapó con el dinero, como quien lo buscaba, eran nacidos en la misma zona de la ciudad estadounidense.

Fue así que Elliott en su desesperada investigación y búsqueda de Conrad, viajó por Estados Unidos. Se retiró sin haberlo hallado. Pero no contento con ello, continuó la investigación, según informó su hijo, Pete Elliott (convertido luego en alguacil de Estados Unidos en Cleveland). La casualidad (o no?), hizo que este hijo fuera el “heredero” del caso, y así continuó con la búsqueda de Conrad. Una tarea que le insumió 2 décadas (y al igual que su padre: sin resultado alguno).

En marzo del 2020, murió Elliott padre. Y un año más tarde, antes de morir Thomas Randele, convocó a su esposa durante casi 40 años; y le pidió a ella que se encargara de reunir también a sus amigos con los que jugaba al golf y a los colegas de la agencia donde vendía autos.

Randele era un honorable ciudadano radicado en Boston; padre de una hija; vendedor de autos; jugador amateur de golf; amigo de sus amigos; querido por todos los que lo conocían.

Estaba luchando con un cáncer de pulmones que aceleraba su final. Por ello el interés en la particular reunión, a la que asistieron cónyuge, hija y amistades. Fue allí que Randele les contó que en verdad esa no era su verdadera identidad.

Relatándoles lo que había hecho tantas décadas atrás en Cleveland. Un hurto que se constituyó en uno de los faltantes bancarios más grandes de la ciudad y el país, cometidos por una sola persona, y sin violencia alguna.

En realidad les confirmó que Conrad era un fugitivo de la justicia desde medio siglo. Que tras marcharse de Cleveland, cambió su identidad, transformándose en Thomas Randele. Una identidad que inventó seis meses después de su golpe bancario.

La sorpresa fue mayúscula, principalmente de parte de su cónyuge e hija. La justicia y el Servicio de Alguaciles Federales aceptaron el relato como una “confesión” previa a la muerte (foto: Conrad de joven y luego convertido en Randele). De esa forma lograron rearmar una historia que había quedado trunca desde que se esfumó de Cleveland en junio de 1969.

Un cálculo economicista determinó que esos 215.000 dólares apropiados a mitad de 1969, significaban –actualizándolos- a unos 1,6 millones de dólares para el último trimestre del 2021.