CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA (por Federico Di Santo, PrensaMare) En los últimos tiempos, la prensa hegemónica mundial instaló un discurso, que los medios hegemónicos locales de cada país, adoptó y replicó.
Se trata de la palicación de la famosa Tasa Global, que analizan e impulsan las potencias dentro del G20.
El primero de julio de 2021, en la Cumbre del G20, se anunció un acuerdo en relación a imponer un impuesto mínimo global. Se trata de una tasa corporativa global del 15%. La propuesta resultó inferior a lo que originalmente se planteaba, pero, en el encuentro en Irlanda, los poderosos impusieron importantes cambios.
QUÉ ES LA TASA...?
Se trata de aplicar por un lado una tasa (pago) sobre alrededor de 100 megacompañías digitales. Ello también impacta sobre firmas de otros sectores que facturan más de 750 millones de dólares (unas 4.000 corporaciones en total). La tributación sería en función de la locación de la casa matriz (y no de las actividades reales en cada país).
Mientras este proyecto se conoce y logra la ‘aprobación’ del poder comunicacional mundial, los poderosos del G20 se conectan, negocian y pulen una propuesta que pretende que el proyecto se discuta en la venidera cumbre del G20 (de fin de octubre) y que comience a aplicarse desde el 2023.
A QUIÉN BENEFICIA...?
Lo cierto es que resulta llamativo que las grandes cadenas informativas occidentales y los grupos comunicacionales que operan en concordancia con ellas en cada país occidental, apoyen este tipo de tasa global.
Acaso estos medios y sus dueños se alejan del capitalismo y tienen ideas (al menos) ciertamente “progresistas"...? No; en absoluto
Defienden la tasa global pura y exclusivamente para generar un apoyo generalizados en las sociedades, cuando dicha tasa solo sirve a los intereses de un pequeño grupo de de países. Vaya coincidencia... los más ricos.
Es así que su aplicación beneficiaría a los países del G7, que ganarían el 60% de los ingresos que produzca este nuevo pago fiscal. El tema es que esos países del G7 apenas contienen el... 10% de la población mundial.
Frente a semejante maniobra de los ricos para acaparar aún más dineros para sus críticas economías capitalistas, existen propuestas que reclaman que la está Argentina).
Se trata simplemente de una nueva maniobra de los poderosos para recaudar más y volcarlo (posteriormente) en sus necesidades, sin importantes en absoluto lo que sucede en el resto del mundo que son víctimas de las políticas que tales potencias imponen al mundo.
La maniobra incluye –además- el impedimento a que los países en desarrollo (la amplia mayoría mundial) a no poder imponer impuestos adicionales sobre los gigantes digitales.
Nuevamente las potencias, con un disfraz de “reparto” y “solidaridad”, pretenden imponer políticas condicionantes a los países dependientes, sin que ellos logren ningún beneficio serio. Un nuevo atarles las manos, por alguna migaja.
Este maquillaje desde el centro del poder capitalista mundial lo que hace es buscar nuevos recursos (para sus estados), sin tocar absolutamente nada en una de sus propias lacras, como lo es la evasión de impuestos, que tiene a las principalísimas multinacionales (con base en tales países), como los grandes evasores de impuestos.
Si bien Argentina y otros países apoyan una tasa global, consideran que el beneficio es bajísimo y el costo a pagar, elevadísimo y condicionante. Para peor, está claro que las principales potencias ocultan información (que solo conocen ellas), particularmente porque no les permiten acceder a la importante base de datos utilizada para estimar el impacto de esta nueva propuesta.