NUEVA YORK-EEUU (PrensaMare) Enrique Tarrio es un empresario que se califica como “afrocubano”. Creció en la zona de la Pequeña Habana en un popular barrio de Miami (EEUU). De 37 años, fue condenado –a los 20- por robo; nueva eaños después (en en 2013) recibe otra condena, esta vez de 30 meses por reventa de equipamiento médico robado.
En los últimos años se hizo conocido por ser el líder de la banda ultraderechista: Proud Boys. Dicho violento y grupo de odio (llamativo al ser él mismo de piel morena…), tuvo un destacado papel en el ataque del 6 de enero al Capitolio. También lidera el grupo “Latinos para Trump” en el estado de Florida.
En su actividad comercial, creó una empresa de instalación de equipos de seguridad, y luego otra proveedora de unidades de seguimiento (GPS) a compañías. Ello lo hizo mantener estrecha relación con fuerzas de seguridad locales.
Actualmente posee un negocio de venta de camisetas y artículos de ultraderecha (la 1776 Shop). Allí se ofrecen artículos relacionados con los Proud Boys, pudiéndose comprar una camiseta con la frase "Pinochet did nothing wrong" (Pinochet no hizo nada malo).
Ha sido presentado como un “duro”, pero al final se ha conocido que se trata de un ‘colaborador’ de fuerzas de seguridad y agencias de inteligencia estadounidenses. Tanto es así que realizó numerosas tareas bajo ordenes de dichos organismos, como un personaje encubierto.
La confianza ha sido tal, que las fuerzas de seguridad lo han enviado como un ‘agente’ encubierto. Todo lo cual hace pensar que el ataque al Capitolio fue una muestra más del entrecruzamiento existente en el país de civiles, fuerzas estatales y políticos.