CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA (PrensaMare) La titular del PRO, Patricia Bullrich fue “elegida” a dedo –en su momento- por el derrotado candidato a la reelección Mauricio Macri.
Llegó al cargo porque constituye la más visible antiperonista y reaccionaria de los dirigentes que Macri tiene cerca, y fue puesta en el cargo para evitar cualquier tipo de diálogo del partido (PRO) con el gobierno nacional. El objetivo es el de la confrontación constante.
En el desarrollo de esta política, Bullrich está convencida que ha sido exitosa y que la ha posicionado de manera excelente dentro del partido y de la sociedad argentina. De allí que han crecido sus ambiciones para ser candidata en las legislativas del 2021.
Para ello contrató una encuestadora (diferentes a las que usa con el PRO, para evitar que el resultado “esté contaminado”).
Fue así que se sondeó su posicionamiento ante la sociedad porteña, la bonaerense y la nacional. Y los resultados fueron lastimosos. Directamente no existe a nivel positivo. Presentando una imagen negativa del:
· 52% a nivel nacional general;
· 65% a nivel nacional (entre menores de 34 años);
· 49% a nivel nacional (entre las clases altas),
· 71% a nivel bonaerense general;
· 40% a nivel capitalino general.
Pese a semejante golpe, ella sigue convencida que en los meses venideros va a consolidarse como una ‘alternativa’ para los votantes. Considera que es la única en condiciones de liderar el espacio (masculino y femenino) duro en contra del “kirchnerismo” y la tibieza de algunos dirigentes del PRO.
Mientras tanto debe llevar adelante la dura discusión interna (en el partido) respecto al papel que debe cumplir Macri a futuro. Ella debe defenderlo a capa y espada porque su propia existencia está atada (totalmente) al exmandatario.