Vie. 29. Mar 2024, Santa Fe - Argentina
Editorial

EL ODIO LOS HACE ATRASAR 68 AÑOS…

EL ODIO LOS HACE ATRASAR 68 AÑOS…

SANTA FE-ARGENTINA  (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  Desde que se conoció oficialmente desde el gobierno nacional que se comprarían –al menos- 10 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus, producidas por Rusia, se lanzó una cerrada ofensiva en su contra.

A nivel internacional el primer descalificador de la misma fue Donald Trump. Se entiende: oportunismo político; necesidades urgencias electoralistas; ineptitud; soberbia; desconocimiento; e ideología.

Pero además existe un tema vital y de máxima importancia, y es que a Trump no le interesa la vacunación, ni la protección de sus ciudadanos, pues él (y en muchos países más) coincide con clases dirigenciales que entienden que los que más riesgos corren son los pobres, las minorías, los desocupados, adultos mayores, y los sectores más desfavorecidos de todas las sociedades occidentales.

Lo que este sector ideológico de la derecha mundial y el aggiornado neoliberalismo siglo 21, consideran “una carga”. Con lo cual, el “librarse” (o dejar morir) a millones de esta ‘carga’, constituye un beneficio para el ‘equilibrio’ de los presupuestos de países tan despreocupados por abandonar a sus gentes, pero a la vez tan preocupados para pagarle a acreedores internacionales.

En esta carrera por desprestigiar a la Sputnik V, se han escuchado las voces más delirantes, los irresponsables más grandes, los charlatanes más ávidos y la consiguiente réplica en las redes sociales, que tanto poder han adquirido en los últimos años.

Apareció una señora –reconocida denunciadora serial- que se opuso a la vacuna y pidió reforzar las defensas de las “personas mayores con vitaminas” (¿?).

Apareció el titular del principalísimo partido que acompañó la gestión de Mauricio Macri (2015-2019) quejándose porque no le avisaron (?) que la viceminitra de Salud había viajado a Rusia para interiorizarse de la vacuna.

Apareció una saltimbanqui de la política, sosteniendo que se trata de una “vacuna insegura”.

Aparecieron médicos, “especialistas”, analistas y opinólogos (sin el mínimo conocimiento científico del tema) poniendo interrogantes, dudas y rechazos, en base a lo que… han leído de los medios occidentales (¡).

Sintetizando: todos aceptando y cumpliendo su papel local de lo que a nivel internacional lidera Donald Trump en su oposición a la Sputnik V.

Éstos desconocen que la vacuna no es un tema ideológico; pero ellos lo idelogizan. No entienden que el comenzar a vacunar en el país en diciembre significaría proteger a la sociedad de la posible “segunda ola” que en estos momentos azota Europa.

Posiblemente el interés en este rechazo sin sustento alguno, esté centrado en el odio al peronismo. En el deseo que no se pueda superar este transe pandémico. Que el país siga embarcado en esta emergencia que impide que el peronismo pueda comenzar a ejecutar el plan de gobierno y propuestas de Alberto Fernández.

Es posible que ese odio los lleve hasta no desear que Argentina (vacunaciones mediante) pueda ir regresando progresivamente a la vida normal y con ello posicionarse mucho antes que otros países (inclusive de potencias europeas) en una reactivación productiva y de salida a comercializar al mundo.

Ya se sabe que siendo gobierno (2015-2019) esta gente suspendió la vacuna contra la meningitis en agosto 2018; que escondió (no distribuyó) y dejó vencer miles de otras vacunas (destinadas a los más pobres). Pero para que no queden dudas de qué piensa y han hecho con la salud pública, es bueno tener memoria que Macri rebajó, desjerarquizó y desfinanció el Ministerio de Salud convirtiéndolo en una… Secretaría.

Lo increíble es que esta ceguera del odio los hace usar redes sociales y whatsapp, pero los presenta totalmente limitados como para buscar qué es el Instituto Gamaleya, que produce la Sputnik V.

Si lo hicieran se darían cuenta que es el instituto más importante del mundo. Que existe desde 1891. Que posee una experiencia y logros científicos y médicos reconocidos a nivel mundial.

El ‘mecanismo’ usado por el Gemaleya para viabilizar la vacuna y su acción protectora, es el mismo que desarrolló la Universidad de Oxford (Inglaterra) para una vacuna similar. El tema es que dicho estamento británico… carece de experiencia en este tipo de aplicación (¡). Por el contrario, los rusos lo vienen utilizando desde hace muchos años.

Ahora bien. Estos sectores sociales antivacuna rusa, se caracterizan por el odio antiperonista. Es decir que al negarse –como anticipan- a vacunarse, van a quedar expuestos ante el coronavirus, que (según lo informado por científicos europeos) ha mutado y es cada vez más poderoso y grave.

Ello significa que los que no se vacunen van a quedar muchos a merced del virus, cuando el resto de la sociedad (ya vacunada) vaya reactivando todas las actividades.

Por lo cual, es probable (realizando un simple razonamiento) que ellos sean los que más posibilidades de morir tengan. Vaya ironía… los que reclaman la muerte de tantos peronistas, pueden llegar a facilitarle el triunfo electoral al peronismo en el 2021, porque muertos, no van a poder votar por los candidatos del antiperonismo…

Pero a la vez ratifican una certeza: su amor por la muerte relacionada directamente al odio. Algo totalmente contrapuesto a los peronistas; porque estos han gritado “La vida por Perón” (en democracia) y “Perón o muerte" (ante dictaduras), relacionados directamente al amor por el pueblo.

Es así que se entiende esta postura y posicionamiento mortuorio, porque estos antivacunas del 2020, son los ‘herederos -hijos y nietos- de aquellos que festejaban, y gozaban gritando “viva el cáncer” (ante la muerte de Evita).

No hay caso; han pasado 68 años de aquel 26 de julio de 1952, y estos reinvindicadores de la muerte en democracia, no aprenden. Se presentan como “insertadores de Argentina ante el mundo”, como “el futuro”, y atrasan… 68 años

Salud antivacuneros Viva la vacuna, venga de donde venga

Salud adoradores del odio Viva la vida