LA HABANA-CUBA (por Rolando Prudencio Briancon) Una revolución de colores en Cuba con el cuento de la cultura.
Después de una escalada de movilizaciones pseudo revolucionarias montadas sobre el formato prexistente de las Revoluciones de Colores iniciadas en este nuevo siglo, más exactamente el 2000 en Yugoslavia con el derrocamiento de Milosecic, el de Ben Alí en Túnez en 2010; desde las los sectores contrarrevolucionarios cubanos asentados en los EE.UU., en Miami más exactamente donde se encuentra la gusanera anticubana, se está intentando montar hoy una "revolución", y ya no de colores sino con la fachada de "cultural";
Tal como la que inició el movimiento San Isidro hace poco más de dos meses, a través de una red de activistas, artistas y periodistas, penetrada y financiada por la ONG: Open Society Institute (Instituto de las Sociedades Abiertas), del magnate George Soros, que ha fomentado el inicio de este tipo de movilizaciones, que hace poco más de un par de meses generaron disturbios dentro la propia Habana, exigiendo la liberación del rapero Denis Solís, que es el cabecilla de ese movimiento "cultural" San Isidro, sentenciado a 8 meses de prisión por desacato.
Como era de esperarse el dispositivo discursivo movilizador del movimiento San Isidro ha sido la exigencia de "soluciones democratizantes reales", quienes luego de generar disturbios en la propia Habana vieja violando las disposiciones sanitarias contra la Covid 19, y ¡ojo, que Cuba en este momento es un ejemplo de lucha contra la pandemia, cuyas cifras de decesos no alcanza ni al centenar y medio, se han declarado en huelga de hambre los miembros del movimiento San Isidro, como son: Luis Manuel Alcántara, elcrspeto Maykel Castillo, el activista Esteban Rodríguez, la periodista Iliana Hernández y la poetisa Katherine Hernández, con el ex profeso propósito de tensionar más aún la situación, provocando desórdenes y atentando a los controles sanitarios.
Han sido pues demasiadas explícitas las vinculaciones del rapero Denis Soliz con la ofensiva desatada por el ex presidente Donald Trump, al extremo que se mostró como un fanático pro Trump, posteando fotografías en favor en las que aparece expresando su apoyo con consignas como: "Por Mi presidente es Donald Trump. Trump 2020. Yo creo en ti" o las agresiones verbales contra funcionarios del orden, a quienes injurió llamándolos: "Usted es un penco envuelto en uniforme".
No fue casual que Trump hasta el último instante de su mandato dictó leyes ejecutivas, como aquella que declara a Cuba como "patrocinadora el terrorismo", al margen de otras para limitar, y cuando no prohibir la inversión extranjera con una serie de sanciones a la exportación de productos entre otras, medidas que coinciden con toda las movilizaciones del movimiento San Isidro, que con el cuento de la cultura se ha puesto en marcha otra agresión destinada al fracaso, como todas las que han no sólo fracasado sino puesto en ridículo a impotente imperio yanqui.
