BARCELONA-ESPAÑA (por Adalí Moriente, PrensaMare) En tiempos de hiper-conexión, muchos temas siguen siendo desconocidos para los conectados.
Porque las cadenas y medios informativos occidentales recurren al silencio, y con ello des-informan, ocultan lo que sucede.
Respecto a España se podría decir que se ocultan los sucesos de todas las mafias que disfrutan de excelente salud delictiva; también el aumento de los parados (desocupados). Pero hoy no es el turno nuestro, sino de los ingleses.
Se asiste a un gran abanico de protestas y huelgas, oponiéndose a las medidas del premier Rishi Sunak (con un mes apenas, en el cargo).
Tengamos presente que se trata de una sociedad ‘muy particular’; tanto es así que no sufre una huelga general desde el año... 1926.
Pero –al parecer- los ingleses observan que las medidas del nóvel premier llevan al país (o mejor dicho a los sectores populares) a un callejón de difícil salida. Ocurre que Sunak dispuso un mega-recorte fiscal de 30.000 millones de libras (36.600 M de dólares). Lo que llevó a que inmediatamente surgieran las protestas.
La mejor demostración de ello es que el Colegio de Enfermería votó a favor de una medida de fuerza por primera vez en... 106 años.
Este disgusto que cada vez más se generaliza, se produce en tiempos de invierno y época pre-navideña, y los anuncios de huelgas escalonadas y programadas (ordenadamente), presentan:
· 70.000 trabajadores universitarios se declararon en huelga (24 y 25 de noviembre); y continuarán
· Los trabajadores del correo fueron a la huelga el miércoles 23 y planean 6 medidas de fuerza hasta el 2 de diciembre
· Servicio fronterizo
En medio de una inflación anual (desconocida) del 11%, las propuestas de las patronales oscilan en una recomposición de entre el 2 y el 3%. Lo cual ha sido rechazado por los reclamantes.
Todas estas medidas ya están preocupando a los empresarios del sector de alimentos, pues todo indica que las protestas terminarán por afectar la distribución de bebidas, pavos y comidas festivas en tiempos navideños.
También han anunciado quejas:
· El transporte público (paro el sábado 26) con más medidas hasta el 17 de diciembre que irán a la huelga los ómnibus y todos los servicios se verán afectados
· El viernes 25, fueron los trabajadores del subte los que afectaron a 5 servicios de Londres. Mientras tanto, los colectiveros planean 10 paros hasta el 17 de diciembre
· Ahora se sumaron los empleados públicos anunciando una huelga a mediados de diciembre
· En el área de salud, el servicio de enfermería, paramédicos y personal hospitalario organiza paros coordinados que podrían paralizar durante las fiestas navideñas un Servicio Nacional de Salud que está a punto de eclosión
· En cuanto al sector privado, se cuentan medidas de fuerza en las empresas de bebidas, alimentos y hasta en la popular Amazon.
Decíamos que los ingleses son una sociedad ‘muy particular’. Tanto es así que los salarios del sector público están (prácticamente) congelados desde que los conservadores fueron electos en 2010.
Con posterioridad, los propios ingleses le continuaron dando el triunfo a los conservadores en elecciones de 2015, 2017 y 2019. En otras palabras: ellos mismos se han encargado de ponerse muy alegremente la soga en el cuello...
Ante los paros y protestas, el gobierno conservador apeló a su remanida acusación que los sindicalistas están manejados (políticamente) por los laboristas (la oposición). Y que además esos dirigentes sindicales son “comunistas”, “rojos”, “politizados” o directamente “vagos” (¡).
Mientras los años de conservadurismo continuaban (siendo reelectos electoralmente), la sociedad se empobrecía; crecían la pobreza y la indigencia. Lo que se agravó a causa de la pandemia y luego con la guerra donde apoyan a Ucrania.
Los bancos de alimentos (sostenidos por donaciones), son la mejor demostración de la gravedad. Existen 1300 bancos de alimentos, a los que se acercaron en el reciente verano, más de 145.000 familias (buscando comidas). Un incremento del 40% respecto al 2021.
La asistencia a estos bancos de alimentos está sufriendo un cambio importante en los últimos tiempos, porque se han incorporado ciudadanos que cobran el seguro de desempleo y otros beneficios sociales; como trabajadores a los que su salario no les alcanza.
Quizás hasta el momento, muchos ingleses no se den cuenta, pero avanzan lentamente a tener que optar un invierno (que se acerca) con calefacción o comer.
Actualmente, la recesión es del 1,4% del PBI, la peor de Europa; según datos oficiales. Y donde se estima que en los próximos 2 años la caída del nivel de vida será del 7% (un retroceso de 8 años en el poder adquisitivo). Mientras tanto, entre los sectores no tan empobrecidos (los medios), un 40% de los ingleses que están pagando hipotecas inmobiliarias, sufren sustanciales aumentos de las tasas de interés (cifra que rondan entre los 750 y 1.000 dólares mensuales, en más).
Y de Sunak, qué se puede decir...?
Que asumió el 25 de octubre; siendo el tercer premier del año (sustituyendo a Liz Truss, que duró 45 día en el cargo). Una premier que se fue en tiempo récord, dejando un desastroso presupuesto ultra-neoliberal que provocó una corrida sobre la libra, un alza de las tasas de interés (se cuadruplicó en el 2022) y disparó los pagos de intereses de la deuda.
El 17 de noviembre, Jeremy Hunt (4° ministro de Finanzas en el 2022), tranquilizó las aguas con un nuevo presupuesto (tirando al tacho de la basura al elaborado por Truss).
Los cambios en los números del nuevo premier son los de siempre: apuesta a la auteridad para sanar las finanzas públicas, pensando en un mejor futuro para las nuevas generaciones.
O sea: El consevador Sunak anuncia más medidas conservadoras para ‘solicionar’ el mal presente y peor futuro que han construido desde 2010 a la fecha los... conservadores (¿?).
Este nuevo presupuesto recortó el gasto público en 30.000 millones de libras, pero al mismo tiempo, aumentó los impuestos en 25.000 millones de libras.
Aunque suene raro –de allí la particularidad de la sociedad inglesa-, con ese cambio en el presupuesto, le alcanzó a Sunak para que su partido (conservador) mejore en las encuestas que ya trabajan pensando en las venideras elecciones legislativas del 2024.
Ello significa que ciertos sectores de la sociedad a la hora de reclamar lo hacen pensando de una forma, y a la hora de votar, no dudan: eligen a los conservadores.
Esta es la realidad inglesa, la que nadie cuenta.
