Mie. 11. Set 2024, Santa Fe - Argentina
Editorial

MACRI Y EL DÓLAR COMO HERRAMIENTA DE DESTRUCCIÓN

MACRI Y EL DÓLAR COMO HERRAMIENTA DE DESTRUCCIÓN

Los daños irreparables que sufre la nación...

SANTA FE-ARGENTINA  (por Rodolfo O. Gianfelici)  Se han ido los primeros 3 años de la gestión del presidente Mauricio Macri. Vale la pena realizar un análisis político de su gestión, tras la realidad de diciembre de 2018…? No. Simplemente apelaremos a tratar de analizar algunos datos económicos, para que sirvan de ratificación de cómo, tras decisiones políticas, se implementan medidas económicas, para destruír una Nación.

Se trata de datos precisos, concretos e irrefutables; muchos de ellos aportados por el propio macrismo. Dato 1: la moneda argentina (después del bolívar venezolano) es la que más se devaluó en el mundo en 2018. Dato 2: Esa devaluación significa, la pérdida de valor ante el dólar. Dato 3: Desde que Macri llegó al gobierno, el dólar aumentó el… 297,85%. Dato 4: El año 2018 es el período de mayor devaluación del peso (105,45%) desde la salida de la convertibilidad. Dato 5: El riego país pasó de 351 puntos a más de 800 puntos básicos (+133%).

Conclusiones rápidas: 1) El dólar se instaló como “la” moneda de la economía argentina (lo que no sucedió en los anteriores 3 gobiernos peronistas). 2) Se re-instaló en el país el término “riesgo país” (del que no se habló en los anteriores 3 gobiernos peronistas).

Macri recibió el país en diciembre de 2015 con el dólar a $ 9,50; en 3 años de gestión lo llevó a $ 39,70…

Cuando Macri envió al Congreso el Presupuesto 2018, estimó para dicho año una inflación del 10%. Resultaba ridículo, pero el oficialismo y el opo-oficialismo lo aprobaron (a sabiendas que era mentiroso e incumplible). Tanto que luego de ser aprobado, y en una muestra de cinismo pocas veces visto en el país, en la conferencia de prensa del 28-12-2017, Federico Sturzenegger (titular del Banco Central), en compañía del jefe de Gabinete Marcos Peña, y del Ministro de Finanzas, Luis Caputo, anunciaron que “recalculaban” las metas inflacionarias proyectadas, elevando la misma al 15% para 2018. O sea que ese ‘recálculo’ fue del… 50% en más (¡). Y que no se podría llegar a cumplir en el 2019 con el 5% de inflación anual (que la prometieron para el 2020, cuando haya otro presidente…).

Todo resultó demasiado burdo y escandaloso y el 2018 cierra con una inflación cercana al 50%... Pero no solo eso: sino que las proyecciones del FMI (que ha tomado la conducción económica argentina) para el 2019 indican una inflación superior al 20%, sin reactivación y con aumento de la desocupación.

Sin embargo, tras los aumentos anunciados por el Secretario de Energía Javier Iguacel el 27-12-2018 (al día siguiente renunció), ya se habla de una inflación anual 2019 no inferior al 32%...

Inclusive en diciembre, el mismo día en que el FMI halagó y felicitó al gobierno argentino por los “logros” (¿?), “los mercados” le mostraron su poder, y elevaron el valor del dólar ante el peso. La felicitación fondomonetarista es porque con las medidas aplicadas, Macri logra “controlar” el dólar (dicen).

El tema es que para ese “control” se hipoteca al país. Porque buscando que los inversionistas no presionen comprando dólares, los ‘tientan’ a que adquieran “papeles” estatales (las benditas Leliq), pagándose entre el 60% y el 70% de interés anual (¡). Lo que significa que en ese concepto, el país pierde 1.000 millones de pesos diarios…

La progresión macrista del dólar en un año, fue: 29-12-2017: $ 18,95; 5-01-2018: $ 19,26; 8-02-2018: $ 20,20; 2-05-2018: $ 21,52; 7-05-2018: $ 22,33; 10-05-2018: $ 23,22; 14-05-2018: $ 25,52; 11-06-2018: $ 26,45; 14-06-2018: $ 28,44; 29-06-2018: $ 29,66; 3-07-2018: $ 28,67; 10-08-2018: $ 29,85; 13-08-2018: $ 30,72; 24-08-2018: $ 31,49; 28-08-2018: $ 32,07; 29-08-2018: $ 34,48; 30-08-2018: $ 39,87; 04-09-2018: $ 39,79; 13-09-2018: $ 40,24; 27-09-2018: $ 40,53; 27-11-2018: $ 39,63; 28-12-2018: $ 38,83.

Todo esta manejo a favor de los especuladores igualmente se cobró las salidas del titular del BCRA, Federico Sturzenegger y de Luis Caputo, luego.

Debiéndose recordar que la “estrategia” de Sturzenegger para “contener” el dólar, fue un durísimo golpe para el país. Porque para ello el BCRA mantenía permanentemente una oferta de u$s 5.000 millones a $ 25. Ello significaba ofrecer un ´dólar barato’, para contrarrestar a los que maniobraban por un dólar alto. El tema es que ante esta política, los especuladores no dudadon en comprar el dólar barato, por lo que las reservas argentinas pasaron de u$s 61.000 millones a u$s 48.500 millones. Por lo que los dólares quedaron (en mayor cantidad) en manos de los especuladores y Argentina tuvo que salir a pedir “ayuda” al FMI.

La pérdida de confianza para con el gobierno (por parte de quines lo defienden y le dan ‘ideas’) fue tal que se fue Sturzenegger y el presidente lo reemplazó por su “hermano de la vida”, Luis Caputo. Una forma de decirle a “los mercados”, que era como si el propio presidente condujera el Banco…

Pero además, debió desaparecer el Ministerio de Finanzas, subsionado por Hacienda conducido por Nicolás Dujovne (hombre de confianza del FMI). Toda la economía macrista ingresó en un tembladeral, pues el riesgo país (que mide la sobretasa que debe pagar un bono, ante el rendimiento de los títulos a 10 años que emite el Tesoro de los EEUU), saltó 16,4% (de 524 puntos básicos de mayo a los 610 de junio).

Caputo llegó al BCRA a mediados de junio 2018, con el vencimiento de las Lebac (una verdadera “bomba de tiempo” creada por Macri), y con el mercado internacional de capitales habiéndole cerrado el financiamiento a Argentina. Sin otras opciones, Macri recurrió al FMI.

Firmó un acuerdo y recibió un crédito stand by por u$s 50.000 millones. Pero menos de 3 meses más tarde -en octubre- al no poder cumplir las pautas del primero, selló un segundo acuerdo (por otros u$s 5.700 millones). En una situación “normal” sería imposible la segunda firma; pero Donald Trump no quiere dejar caer a Argentina, y le exigió al FMI el respaldo. Fue una decisión “política” del FMI, contrariando los análisis “técnicos” del FMI…

La maniobra de Caputo (subasta diaria de u$s 100 millones; y altas tasas de interés), hizo que se perdieron en subastas u$s 3.675 millones. Las reservas cayeron de los u$s 63.000 millones a los u$s 56.874 millones. Se perdieron u$s 6.400 millones en un mes y medio (¡).

Si Caputo o Macri hubieran hecho esto en la actividad privada, no solo hubieran sido despedidos, sino que los habrían denunciado penalmente…

En medio de toda esta estrategia endeudadora e irresponsable, el macrismo, “los analistas” y la prensa hegemónica indicó que los inversores se volcaban al dólar porque salió a la luz la “Causa de los Cuadernos" (invento judicial-mediático de supuestas coimas “registradas” en cuadernos que nunca aparecieron…). Pero la verdad es que los especuladores comenzaron a descreer seriamente de Macri y su gobierno; se instaló una fortísima desconfianza y una creciente duda sobre el cumplimiento de los pagos a futuro.

Caputo se había ido del BCRA el 25 de septiembre, y las peleas internas en el gobierno se acrecentaron. Lo sucedió Guido Sandleris, hombre de Dujovne que había sido hasta momentos antes uno de los negociadorea ante el FMI.

Que la economía pase a estar en manos del FMI, fue presentado por el macrismo como que se “ganó confianza”, reforzado porque ingresaron dólares. Sin embargo, lo segundo obedeció a las grandes ventajas que otorga el gobierno a los especuladores que apostaron por el “carry trade” ( “bicicleta financiera”, ante las altas tasas en pesos).

Entraron en juego las escandalosa operaciones diarias de Letras de Liquidez (Leliq) solo para que la operen los bancos, con tasas del 60% al 70% anual (¡). Es así que se comenzará el 2019 con algo de tranquilidad cambiaria, aunque los analistas consideran que deberá cerrar el año a un valor de $ 51,50. Ello considerando un año “normal”. Pero ello en Argentina (en manos neoliberales) es difícil de cumplir.

Porque por un lado el macrismo pretenderá tranquilidad del dólar para llevar bien a las elecciones presidenciales. Pero los dueños del poder, no se preocupan por ello. Solo piensan en sus ganancias y conveniencias, y en este sentido cuentan con un arco político que de Macri a Juan Urtubey, pasando por Miguel Pichetto, Sergio Massa, Maria Eugenia Vidal, o Miguel Lifschitz, les garantizan la tranquilidad (y garantía) que ellos exigen.