VARSOVIA-POLONIA (PrensaMare) El 5 de agosto, el ciclista Fabio Jakobsen resultó gravemente lesionado luego de una inesperada caída en la llegada de la primera etapa del Tour de Polonia.
A 3 semanas del suceso, los especialistas hicieron un trabajo estupendo y le habían salvado la vida al neerlandés de 23 años. Por ello el ciclista escribió en una red social: “Los médicos y enfermeras en Katowice me salvaron la vida y les estoy agradecido. Fui operado durante cinco horas y eso me dio una oportunidad de seguir vivo. Fue un momento difícil para mí en cuidados intensivos porque tenía miedo de no sobrevivir”.
Patrick Lefevre, director del equipo Deceuninck-Quick Step, dio detalles de las graves consecuencias que sufrió Jakobsen: “Le quitaron 130 puntos de la cara, solo le queda un diente, tiene las cuerdas vocales paralizadas y su paladar necesita ser reparado, cuerdas vocales paralizadas".
La recuperación llevará mucho más que 6 meses. El directivo prestó declaración sobre el tema diciendo: “Fue un acto muy sucio de Groenewegen (el ciclista que provocó el accidente). No se hacen este tipo de cosas. Ya hemos presentado una queja formal ante la UCI y haremos lo mismo con la policía en Polonia. No dejaremos pasar esto. He visto este sprint docenas de veces. No entiendo en absoluto la acción de Groenewegen. Un corredor tiene que mantenerse en su línea”.
El ciclista que provocó…
La caída de su rival habló al día siguiente del hecho para disculparse: “Odio lo que pasó ayer. No puedo encontrar las palabras para describir cuánto lo siento por Fabio y otros que han sido arrojados o golpeados”, y agregó: “Por el momento, la salud de Fabio es lo más importante. Pienso en él constantemente”.
Dylan Groenewegen fue suspendido por su equipo, Jumbo-Visma, días más tarde. Ahora la acción se canaliza por dos caminos: el deportivo y el de la justicia polaca.
