Lun. 18. Mar 2024, Santa Fe - Argentina
Editorial

MAURICIO: Y LA PREVISIBILIDAD…?

MAURICIO: Y LA PREVISIBILIDAD…?

La visita de Donald Trump por la Cumbre del G-20...

SANTA FE-ARGENTINA  (por Rodolfo O. Gianfelici)  Uno de los latiguillos de la derecha y el neoliberalismo autóctono en los últimos años ha sido el de reclamar “previsibilidad”. O “reglas claras”, como han solido manifestar de manera más entendible.

En ese sentido, le achacaban a los anteriores gobiernos peronistas, que carecían de dicha virtud. Agregando que a causa de ello, de “no saberse que harán”, los inversores no invertían, y los “países serios” descreían de nosotros.

Apenas tres años de gestión de Mauricio Macri sirvió para demostrar que solo había sido una de las tantas mentiras de campaña. Porque él mismo, que se mostraba “previsible”, se encargó de desenmascararse.

Macri ha sido un no-previsible total y absoluto. Recordemos que prometió no hacer desaparecer “Fútbol Para todos”; que lograría la “pobreza cero”; que “llegarían” inversiones; que terminaría con la “inflación”; que reactivaría "la economía”, que el “dólar libre” no influiría en la sociedad”; que tenía –para gobernar- “el mejor equipo de los últimos 50 años”; que pondría fin a “la corrupción” (); que se terminarían “las internas” en el gobierno…

Pero no solo ello, sino que “regresaría a Argentina al mundo” (y antes, dónde estaba?) y para ello, que mantendría una política junto a las potencias occidentales. Porque ellas si, eran “previsibles”.

En noviembre de 2018, el mundo asistió al mega-montaje internacional de la Cumbre del G-20, donde Macri ha sido el anfitrión, y ha mostrado todas sus limitaciones que ya se le conocen, y ha ratificado su desorientación surgida de su colonización.

Con alegría y máximos honores ha recibido al presidente estadounidense Donald Trump. Y no ha dudado en sentirse satisfecho por haberlo recibido, sino porque este personaje, más cercano a una creación de Disney que a un estadista, ha mostrado quién es verdaderamente.

Antes de embarcarse hacia Argentina, Trump anunció que se reuniría con el mandatario ruso, Vladimir Putin. Un encuentro programado por las delegaciones diplomáticas de ambas potencias.

También afirmo que estaba muy cerca un nuevo acuerdo comercial con China. Y también en la capital argentina han programado un encuentro con su par, Xi Jinping.

Sin embargo, a poco que el avión levantó vuelo las noticias fueron otras. Porque Trump dio a conocer a través de un escrito en la red social de Twitter, que cancelaba el encuentro con Putin.

Así, en una muestra de total desconsideración y destrato, desentendiéndose de las normales relaciones diplomáticas, apeló a una comunicación como puede hacer cualquier usuario de esa u otra red en internet, para “suspender” (¿?) unilateralmente, la reunión ya organizada.

Inclusive desde la propia diplomacia rusa, anoticiados de lo que la prensa les comentaba (tras leer a Trump en Twitter), informaron que no tenía “comunicación oficial” de EEUU (como corresponde).

En cuanto al acuerdo con los chinos, Trump agregó que el mismo estaba “muy cerca”, agregando inmediatamente: “pero no sé si quiero hacerlo”. En una pretendida muestra de autoritarismo o de capricho (¿?), cuando ni él, ni EEUU están en condiciones de poner demasiadas condiciones ante un gigante asiático que lo ha terminado de arrinconar a nivel comercio mundial y que no acepta (y rompe) el pretendido “corral” militar que el Pentágono le viene construyendo desde hace años.

Este Trump es el que felicita a Macri. El mandatario argentino es el que se siente halagado y considera a su par, como una verdadera “guía” ideológica. Un Trump que es considerado a nivel dirigencial (por los propios dirigentes occidentales) como carente de equilibrio, sin control, inepto, sanguíneo (reacciona antes de pensar), arrogante, y autoritario.

Pero si todo ello no alcanzara como para “pintarlo” de cuerpo entero, se trata de una persona que no otorga “previsibilidad” alguna.

Ese es el que ha buscado como líder, Mauricio Macri, con el festejo alegre de las dirigencias y medios hegemónicos argentinos. Y la “previsibilidad”…?