Cuando los números son crueles...
BARCELONA-ESPAÑA (PrensaMare) El “enfriamiento” del mercado laboral no se detiene, más allá de las palabras de las clases dirigeniales españolas.
El verano pasado subió el empleo, según la encuesta de población activa del tercer trimestre, que dio a conocer el INE (Instituto Nacional de Estadística).
Son las cifras más bajas desde 2012 (cuando el país soportaba una dura recesión). Pero el hecho es que la tasa de paro bajó y quedó en el 13,9% (la más baja desde finales de 2008).
Los datos dan cuenta que en un año existen 346.300 empleos más; de esta forma la cantidad de ocupados asciende a casi 19,9 millones. Esto supone un incremento del 1,77% en 12 meses (pero es a la vez, el porcentaje más bajo desde que en 2014 comenzó la ‘recuperación’).
Los 3,2 millones de desempleados que contabilizaba el INE en el verano son 16.200 menos que en el trimestre precedente. Existe un frenazo importante en la reducción del paro: hay un 3,36% en un año (en primavera esta cifra ascendía al 7,46% y en invierno al 11,6%).
Durante los últimos trimestres, el número de personas que se incorporan al mercado laboral (jóvenes, inmigrantes o personas que vuelven a buscar trabajo) ha aumentado considerablemente: 234.700 en el último año y 53.200 más entre julio y septiembre.
La temporada turística y las sustituciones veraniegas estimulan el empleo; pero a fin de agosto muchos de los contratos temporales en hostelería y servicios no se renuevan.
Lo cierto es que en 2019 la desaceleración económica se ha notado. Inclusive existe un dato importante que no se puede ocultar y es que la afiliación a la Seguridad Social, demuestra la caída de empleo de un trimestre a otro, algo atípico.