CIUDAD DEL CABO-SUDAFRICA (especial para PrensaMare) Hissène Habré, el exdictador de Chad, murió en prisión a los 79 años.
En 2016 fue declarado culpable de crímenes de lesa humanidad y condenado a cadena perpetua. En sus 8 años de dictadura se le responsabiliza la muerte de 40.000 personas (década de 1980). Protegido de EEUU, llegó al poder con la ayuda del Gobierno de Ronald Reagan.
Nacido en agosto de 1942, gobernó entre 1982 y 1990, cuando fue derrocado por una rebelión encabezada por Idriss Deby Itno. Su gestión se caracterizó por todo tipo de violaciones a los derechos humanos. Fue ‘protegido’ de EEUU y las potencias occidentales (y sus aliados), siendo llamado el "Pinochet africano". Las víctimas fueron disidentes, opositores e izquierdistas.
Antes de llegara a la presidencia se enroló en la maniobra política de Washington para terminar con la influencia de Muammar Gadaffi en el norte de Chad. En junio de 1982 derrocó al presidente y se nombró en su reemplazo. Al año siguiente –habiendo cumplido su ‘misión’-, sus acciones criminales se acrecentaron. En diciembre de 1990 fue derrocado y se refugió en Senegal.
Abandonado por las potencias occidentales, fue acusado de persecuciones étnicas en 1984, 1987 y 1989 (contra grupos étnicos rivales). En septiembre de 2005, una corte de Bélgica lo acusó de crímenes contra la humanidad, tortura, crímenes de guerra y otras violaciones de los derechos humanos.
En Senegal estaba bajo arresto domiciliario en Dakar. El Parlamento Europeo y la Unión Africana (UA) pidieron al Gobierno senegalés que lo envié a Bélgica para ser juzgado, pero las autoridades se negaron.
En 2012 el Tribunal Internacional de Justicia determinó que Senegal había incumplido sus obligaciones impuestas por el Convenio contra la Tortura y que debía juzgar a Habré o extraditarlo a Bélgica. Ante ello, Senegal creó su propia corte especial de crímenes de guerra para juzgar a Habré.
Dicho tribunal creado por la Unión Africana (UA) en Dakar, confirmó que Habré, creó y controló un sistema represivo con miles de víctimas. El 30 de mayo de 2016, el tribunal lo declaró culpable de crímenes contra la humanidad, violación, esclavitud forzada, homicidio voluntario, práctica masiva y sistemática de ejecuciones sumarias, secuestro de personas, torturas y actos inhumanos, por el cual cumplirá cadena perpetua.
Así, fue alojado en una unidad especial de la cárcel de Cap Manuel (en Dakar). En 2020 salió provisionalmente de la cárcel y se instaló en su domicilio, ante la pandemia. Habré regresó el 7 de junio a prisión. El 24 de agosto de 2021, murió en un hospital de Dakar al haber empeorado su condición por el Covid-19.