CIUDAD DE PANAMÁ-PANAMÁ (por Julio Yao) Estimados compatriotas y amigos internacionalistas: En vista de que el gobierno de Panamá renegocia ILEGALMENTE el contrato de la First Quantum Minerals de Canadá, para convalidar a la Minera Petaquilla, damos a conocer la protesta que el Comité pro Cierre de Mina Petaquilla y nuestras comunidades campesinas e indígenas llevaron a cabo en ciudad de Panamá en noviembre de 2008 ante la embajada de Canadá.
CAMPESINOS E INDIGENAS PIQUETEAN EMBAJADA DE CANADÁ POR RECHAZO A MINERÍA (12-11-2008) - COMITÉ PRO CIERRE DE MINA PETAQUILLA - COORDINADORA CAMPESINA POR LA VIDA, Panamá, 12 de noviembre de 2008.
Su Excelencia, Patricia Langan-Torell, Embajadora de Canadá, E. S. M., Señora Embajadora:
Con el mayor respeto, los suscritos, moradores de comunidades campesinas e indígenas de los distritos de Donoso, en Colón, y La Pintada, en Coclé, nos dirigimos a Ud. con el propósito de expresar nuestra posición en relación con el proyecto de exploración y explotación de minería metálica a cielo abierto que Minera Petaquilla (hoy denominada Minera Panamá) lleva a cabo en las tierras donde vivimos desde hace muchos años. Las empresas canadienses Teck Cominco e Inmet Mining son claves en el citado proyecto.
Señora Embajadora:
Cuando el proyecto minero no existía, nosotros podíamos vivir, en pobreza es cierto, pero sin preocupaciones mayores, porque las tierras, los bosques y los animalitos del monte, los ríos, las playas y los mares, sumados a nuestro propio sudor, nos daban el sustento diario a nuestras familias. Teníamos lo indispensable para vivir y continuar luchando, con dificultades, pero gozábamos de un ambiente tranquilo y seguro y nadie se moría de hambre ni envenenado por tomar agua del río. En nuestras comunidades, apegadas a los valores tradicionales, no conocíamos la desintegración familiar, la maleantería, el sicariato, el alcoholismo ni las drogas. En el caso de quienes somos indígenas, nuestros antepasados han vivido en Panamá siglos antes de que Colón “nos descubriera”.
Todo eso se acabó desde que se iniciaron los trabajos de exploración del oro de nuestro suelo. Todo eso se acabó desde que llegaron malos panameños y peores canadienses a castigarnos con su codicia sin límites.
Nuestras comunidades, nuestros padres e hijos, ya no vivimos en paz. Los bosques y selvas vírgenes han sido deforestados, talados sin piedad y heridos de muerte. Nuestros ríos, quebradas, ojos de agua y aguas subterráneas han sido destruídos, desaparecidos y contaminados bárbaramente. Ya no hay vida en los ríos. Por todo ello, consideramos que la presencia minera de su país constituye un atentado a nuestro derecho fundamental a la vida.
Hemos sido atropellados, presionados, amenazados y agredidos por empleados del proyecto minero. Nos han exigido que salgamos de nuestras tierras, que arranquemos nuestras comunidades y nos las llevemos para otras partes. De hecho han quemado y destruído varios ranchos en áreas indígenas; han expropiado bajo distintas formas las tierras a muchos de nosotros, y no pocos han tenido que huir por las amenazas que pesan sobre ellos. Eso es un ataque contra nuestra cultura y contra nuestro derecho a la vida.
Nuestras autoridades no nos apoyan en este sufrimiento y, más bien, se ponen al lado de la empresa minera, que tiene una enorme influencia en gobernadores, alcaldes, diputados, representantes de corregimiento, corregidores y corregidoras, policías, funcionarios de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) y del Ministerio de Desarrollo Agropecuario. Todavía no nos han visitado la Comisión de Ambiente de la Asamblea de Diputados, la Defensoría del Pueblo o la propia ANAM.
La contaminación que afecta aguas fluviales y marinas, tierras y aire, tienen a buena parte de nuestra población, en especial a los niños, ancianos y mujeres embarazadas, con toda clase de problemas de salud, como mareos, úlceras, vómitos, sin que hayamos recibido atención por parte de nuestras autoridades de salud, mientras que el centro de salud de Coclesito se encuentra sin recursos con qué atender a nuestros enfermos, que tienen que viajar a Penonomé o Panamá, a veces sin contar con dinero para el transporte.
Lo más importante, señora Embajadora: queremos manifestar nuestra convicción de que el proyecto minero de Petaquilla es absolutamente inaceptable en este sitio, en esta región y en este país. La organización Cosecha Sostenible Internacional (Sustainable Harvest International) rechazó el pasado 21 de agosto “una posible oportunidad monetaria de Petaquilla Copper Ltd.” para proyectos en las comunidades.
Según la noticia, “una compañía minera basada en Canadá busca el consentimiento gubernamental para contraer proyectos de gran escala de cobre, oro y plata en área eco-sensible de Panamá”. Pero, como lo ha afirmado Cosecha Sostenible Internacional, en reciente decisión unánime de su Junta Directiva en Estados Unidos: “El Comité Ejecutivo de CSI decidió unánimemente que la ubicación de la mina en este corredor biológico de Centro América hace muy dificultosa sino imposible de reconciliar este proyecto minero con los principios y la responsabilidad de preservar los ecosistemas vitales”.
Según la fundadora y presidente de CSI, Florence Reed, “la ubicación de la mina en Petaquilla dentro del sensible ecosistema de las provincias de Coclé y Colón, crea un conflicto con las creencias de CSI. Incluso si Petaquilla estuviese realmente comprometido a una completa minimización y remediación, el legado de este proyecto sería una tremenda disrupción ambiental y social ya que una inmensa área debería ser deforestada y un gran número de comunidades indígenas locales deberían ser desplazadas…. Los daños que pueden ser anticipados de este proyecto minero incluyen desplazamientos de poblaciones locales, cambio climático debido a las deforestaciones, daños de corales, degradación de la calidad, el suministro de aguas locales y el aumento de inundaciones de comunidades bajo río.”
Como podrá apreciar, señora Embajadora, la organización Cosecha Sostenible Internacional llegó a las mismas conclusiones que nosotros el año pasado, cuando exigimos el cierre de mina Petaquilla luego de decidirlo en asambleas de ciudadanos y comunidades.
Los suscritos le pedimos, por su intermedio, al gobierno de Canadá que los panameños quisiéramos tener excelentes relaciones con su país y cooperar en pos de un desarrollo sostenible y equitativo. Pero como Petaquilla no lo es ni lo podrá ser jamás, nuestras comunidades exigen a través de nuestra vocería, que su gobierno haga lo que tenga que hacer para detener este proyecto de muerte, ya que el nuestro no lo hace. De lo contrario, Canadá será cómplice tanto del daño material como del daño social y humano que producirán las empresas canadienses en Panamá y, desde ahora, aclaramos que nos reservamos el derecho de actuar en foros y tribunas internacionales, dejando constancia de que salvamos nuestra responsabilidad por lo que ocurra.
Reciba Ud., señora Embajadora, las consideraciones de nuestro mayor respeto. Julio Yao, Coordinador
Comité pro Cierre de Mina Petaquilla
COMUNIDADES DE COLÓN Y COCLÉ.
cc: Coordinadora Nacional para la Defensa de Tierras y Aguas.
Firmas (nombre, Cédula y Comunidad):
José Yángües, 3-77-136, Coclesito.
Benancio Hernández, 9-189-52, Vista Alegre de Cuatro Calles
Abel Miranda, 1-731-1706, Nuevo Sinaí (Indígena Ngobe-Buglé)
Martín Rodríguez, 1-766-970, Nueva Lucha (Indígena Ngobe-Buglé)
Hilaria Velásquez, 3-90-2219, Coclesito
Jania Michel Carrizales, Niña de 8 años, Coclesito
Aminta Oliveros, 3-710-1281, Primera Corriente
Elmer H. Hernández, 9-733-2287, Nueva Lucha
Gabriel Fuentes, 3-721-181, San Juan de Turbe
Porfirio Sánchez, 2-104-923, San Benito
Jeremías Pérez J., 2-103-609, Tres Quebradas
Isaac Ortega, 2-97-2792, Primera Corriente
Salvador Ortega, 3-721-951, Los Molejones
Miguel Miranda, 4-762-970, Nuevo Sinaí
Agustín Ortega, 3-126-432, Molejones
Marciano Martínez, 1-711-444, Nuevo Sinaí
Luis A. Pérez, 2-87-2076, Pozo Redondo
Enilda de Yángües, 2-104-2688, Coclesito
....... Villagra, 4-296-506,Nueva Lucha
Angelina Ábrego, 4-745-1530, Nuevo Sinaí
Leticia Miranda, 4-786-124, Nuevo Sinaí
(ilegible), 1-722-596, Nuevo Sinaí
Roberto Miranda, 1-714-2129, Nuevo Sinaí
Freneli Santo, 1-719-1953, Nuevo Sinaí
Elías Miranda, 1-746-865, Nuevo Sinaí
Oscar Miranda. 1-745-612, Nuevo Sinaí
Pancho Miranda, 1-718-930, Nueva Lucha
Emilio Ábrego, 1-741-1121, Nueva Lucha
Demetrio Castillo Jiménez, 1-706-2426, Nueva Lucha
Dicenia Ábrego, 50 años, Nueva Lucha
Antolino González, 3-905-24, Coclesito
Viviano Baker, 1-753-958, Nueva Lucha
Benito (ilegible), 1-P1-373, Nueva Lucha
Bernardo Miranda,1-705-55, Nueva Lucha
Arcelia Miranda,1-735-1440, Nueva Lucha
Enrique Miranda, 1-P1-13-32, Nueva Lucha
Lola Miranda, 1-731-1496, Nueva Lucha
Jeremías Villagra, 4-296-506, NuevaLucha
Mundo Miranda, 1-709-1389, Nueva Lucha
Oscar Santos, 9-753-244, Nueva Lucha
Bely Jimene, 30 años, Nueva Lucha
Angelino Beber, 25 años, Nueva Lucha
Dicenia Abrego y Miranda, Anciana, Nueva Lucha
Arcelia Miranda, 20 años, Nueva Lucha
Elena Palacio, 20 años, Nueva Lucha
Raquel Miranda, Niña de 14 años, Nueva Lucha
Alexander Fuentes, Niño de 14 años, San Juan de Turbe
Ester Miranda, Niña de 13 años, Nueva Lucha
Milciades Ábrego, Niño de 13 años, Nueva Lucha
Adelina Miranda, Niña de 13 años, Nueva Lucha
Ester Miranda, Niña de 12 años, Nueva Lucha
Celetino Palacio, Niño de 12 años, Nueva Lucha
Celestino Palacio, Niño de 12 años, Nueva Lucha
Jaime Molina, Niño de 11 años, Nueva Lucha
Domiciana Castillo Beber, Niña de 10 años, Nueva Lucha
Gloria Miranda, Niña de 9 años, Nueva Lucha
Marilin Santos, Niña de 7 años, Nueva Lucha
Avilio Castillo Beber, Niño de 7 años, Nueva Lucha
Mariano Castillo Beber, Niño de 6 años, Nueva Lucha
Luciano Miranda, Bebé de 7 meses, Nueva Lucha
Otros:
Héctor Endara Hill, 9-94-321, Panamá Profundo
María F Muñoz, 2-104-35, Coordinadora Campesina por la Vida
Carmencita Tedman Macintyre, 4-185-376, Coord. Nacional para la Vida
Defensa de Tierras y Aguas
Fredi Isaac Muñoz, Niño de 7 años, Chapala, Arraiján.
Julio Yao, 2-42-718, Servicio Paz y Justicia en Panamá (Serpaj-Panamá) y Coordinadora Nacional para la Defensa de Tierras y Aguas (CONADETIAS). Siguen más firmas.