Sab. 20. Abr 2024, Santa Fe - Argentina
Opinión

“MORIR EN BARCELONA“ (Manuel J. Gaggero)

“MORIR EN BARCELONA“ (Manuel J. Gaggero)

CÓRDOBA-ARGENTINA  (por Manuel Justo Gaggero)  Como aquel documental francés “Morir en Madrid” que nos emocionara hasta las lágrimas en  1964 que mostraba  escenas  de la guerra civil en España, hoy en otra ciudad pero de la península ibérica nos  llega, y nos llena de tristeza, la muerte,  el pasado 13 de noviembre, de Alberto Szpunberg (foto).

Poeta, escritor, periodista y por sobre todo militante revolucionario que participó en los grupos de apoyo al Ejército Guerrillero del Pueblo que encabezaba  Jorge Ricardo Masetti.

Posteriormente integró como cofundador las “Brigadas” que llevaban el nombre del “Comandante Segundo” cuyos integrantes se incorporaron a nuestro Partido -el PRT-ERP. Lo conocí en 1975 cuando estábamos conformando el grupo de compañeros periodistas con los cuáles elaboraríamos y editaríamos el quincenario “Nuevo Hombre”.

Lo trajeron a la reunión Susana Viau y Enrique Raab. Dirigía en ese momento el suplemento culturar del diario “La Opinión” y había transitado como docente las aulas universitarias hasta la llegada de la intervención de Alberto Ottalagano.

De entrada tuve una clara empatía con él ya que advertí su espíritu crítico y una mirada nada ortodoxa. Cuando le explique nuestro proyecto editorial dirigido a producir una revista que saliera de los moldes tradicionales de las revistas políticas se entusiasmó pero me preguntó: “tenes la aprobación de la dirección del Partido”. Le explique que sí ya que mi “responsable” era Eduardo Merbilhaa que integraba el Buró.

Cuando comenzamos a trabajar admire su formación en todos los planos. Escribió y publicamos semblanzas sobre poetas como Federico García Lorca, Pablo Neruda y Vladimir Mayakovski. Además comentaba y participaba en la elaboración del total del contenido de cada número. Para preservarlos a él y a los compañeros que participaban en este desafío las notas no estaban firmadas y sólo aparecía mi nombre como Director.

Tenía un gran sentido del humor y se trenzaba en aquellas noches en que nos reuníamos para entregar las notas clandestinamente en las oficinas de una revista sobre temas de refrigeración, en largas discusiones amistosas sobre el rol de los poetas y escritores con Enrique Silverkarten y los demás integrantes del colectivo.

En un encuentro –asado que organice en la quinta que habíamos alquilado en Canning para las reuniones con los dirigentes democráticos, se divirtió mucho  escuchando las críticas a nuestra publicación que hacía Mario Molina y Vedia que por supuesto no sabía que los comensales eran los que elaboraban la misma.

Decía que era “diversionista”, que no reflejaba el punto de vista partidario y que todo se explicaba “por el hecho que el director provenía del peronismo”. Por supuesto estaba en nuestra casa pero desconocía mi identidad.

Alberto me recordó aquella primera pregunta que me hiciera al integrarse en el equipo y lanzaba fuertes carcajadas recordando el momento. Ya en el exilio el en España y yo en Nicaragua nos volvimos a reencontrar a la distancia cuando ocupó el cargo de corresponsal de la Agencia Nicaraguense de Noticias.

Extraordinario ser humano lo recordaremos por los momentos que compartimos con él y por su copiosa producción poética y literaria. Recogió, como toda nuestra generación, el mensaje del Che a la Conferencia Tricontinental de La Habana, por lo que la mejor manera de despedirlo es con un: “Hasta La Victoria Siempre”. No lo olvidaremos.

(Manuel J. Gaggero. Abogado y periodista. Ex Director del Diario “El Mundo” y de las revistas “Nuevo Hombre” y “Diciembre 20”).