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Liga española

QUÉ LE OCURRE A DIEGO COSTA…?

QUÉ LE OCURRE A DIEGO COSTA…?

MADRID-ESPAÑA  (PrensaMare)  La pólvora goleadora de Diego Costa parece estar humedecida. Nuevamente ha sufrido una lesión, esta vez en el minuto 50, cuando tras arrancar con su clásica potencia, inmediatamente se tomó un muslo.

Ingresó el médico y se comprobó un problema muscular que lo alejará de los campos –por lo menos- por 2 semanas.

Le sucede cuando todos se ilusionaban con una temible pareja goleadora con el uruguayo Luis Suárez, y cuando su equipo debe jugar 6 duelos (3 de Liga, y otros tantos de Champions); antes de llegar una nueva jornada doble de fecha FIFA.

Lo concreto es que con esta lesión ya suma 14 las dolencias sufridas antes de cumplirse 3 años de su regreso (redebutó en enero de 2018). Desde entonces sufrió todo tipo de lesiones que lo dejaron afuera de… 50 partidos.

Al inicio de la campaña 2017-2018 comenzó con los problemas (aunque no fueron de gravedad). En el 2019 sufrió desde una conmoción (se perdió un partido), a 2 problemas musculares (otros 2 cotejos), una lesión de tobillo y otra en el muslo. Un total de 5 ‘pequeñas’ lesiones, que lo tuvieron fuera de 5 partidos.

Al iniciarse la temporada del 2019-2020, el inicio fue malo. En octubre sufrió una lesión isquiosural en el muslo izquierdo (20 días de baja). En noviembre otra dolencia miofascial en la musculatura aductora (10 días de baja). El mismo mes una lesión traumática en el pie izquierda (2 semanas fuera).

Posteriormente la operación del quinto metatarsiano del pie izquierdo que le mantuvo 2 meses y medio sin jugar. Pero continuó con otras 2 lesiones musculares: unas molestias insercionales en la zona inguinal-cadera (15 días de baja) y una lesión parte posterior del muslo, sin rotura (6 días de baja).

Posteriormente acumuló dos más; una de ellas lo obligó a pasar por el quirófano (ante una hernia discal cervical, que lo dejó 3 meses sin pisar el césped). La otra, en pretemporada, con una afectación de los abductores (3 semanas fuera).

Y ahora esta mala noticia. Nadie sabe qué le sucede; si es una sumatoria de desgracias físicas o si afronta un estress psicológico. Lo cierto es que se hace cada vez más difícil contar con él dentro de las canchas.