SANTA FE-ARGENTINA (PrensaMare) En “el país de la carne”, ella se ha transformado en un alimento de lujo, y cada vez más argentinos deben renunciar a su consumo.
Ello está motivado en que los dueños del negocio y de los beneficios de las exportaciones decidieron imponer al consumidor local valores similares a los que ellos perciben por sus exportaciones. En el 2020, el sector exportó por más de 2.700 millones de dólares, aumentando la cantidad exportada respecto al 2019.
Frente a ello, los precios minoristas de la carne vacuna aumentaron 65% en el último año, según el Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina. Citándose que la carne de cerdo aumentó en 58,7% y la de pollo del 44,2%. Desde el gobierno nacional –con demasiada tardanza- decidió intervenir y suspendió las exportaciones carneas vacunas por 30 días.
Las autoridades pretenden de esta forma usar la prohibición como una herramientas del freno de precios y garantizar el abastecimiento local.
Frente a ello, la autodenomináda ‘mesa de enlace’ (Sociedad Rural Argentina-SRA, Coninagro, Confederaciones Rurales Argentinas-CRA y la Federación Agraria-FAA) decidieron responder con un paro desde las 0 hora del 20 de mayo hasta las 24 del 28 de mayo.