Lun. 18. Mar 2024, Santa Fe - Argentina
Editorial

MALDITA DROGA…

MALDITA DROGA…

Y todo sigue como si nada...

SANTA FE-ARGENTINA  (PrensaMare)  Recientes muertes ocurridas en la jurisdicción capitalina han sido presentados por la policía como por la prensa, como simples “hechos policiales”. Con ello se trata de quitarle toda relación con sucesos o acciones que darían a entender los “porqué” de tales sucesos (aunque jamás justificarlos).

Los 3 hechos tuvieron como protagonistas (víctimas) a jóvenes. Ellos fueron Rubén Darío Mendoza, Diego Román, y Ezequiel Hugo Machado. Ocurridos en un período inferior al mes.

Rubén Darío Mendoza…: vivía en Colastiné. Tenía 14 años y se perdió su rastro el 29 de junio. Fue hallado muerto el 5 de julio, con los pies atados con alambre, con golpes en la cabeza y signos de ahorcamiento. Flotaba en las aguas del río Colastiné.

Diego Román…: vivía en Recreo. Tenía 12 años y se lo buscaba desde el día 3. Fue encontrado muerto el 4 de julio, con signos de haber sido atacado con un arma cortante y punzante (se habla de acciones de crueldad), y desnudo. Había sido dejado en un campo con malezas (a una decena de cuadras de su casa, en el Barrio Mocoví).

Ezequiel H. Machado…: vivía en la zona oeste capitalina. Tenía 22 años y su madre los buscaba desde el 12 de julio. Fue encontrado sin vida el 19 de julio, presentando su cuerpo signos de violencia, como golpes en la cabeza, y manos atadas. Estaba oculto entre malezas en el Barrio La Loma.

La lentitud de la justicia es la característica de los tres casos, que ha merecido el cuestionamiento de familiares de las víctimas. Se deja trascender para cada uno de los casos, que se trata de “muerte dudosa”, o que sería una “venganza” (¿?) o que “se trabaja en el esclarecimiento”.

Lo concreto es que existen infinidad de dudas en cada caso. Pero el hilo conductor -atendiendo a las características de las víctimas-, es que sin ser drogadependientes, ni tener nada que ver con las ilícitas actividades en torno a ese tema, justamente la droga estaría en medio de las muertes.

Desde hace una decena de años la provincia sufre la agresión de un planificado desarrollo del narcoEstado. Para su construcción, no solo se sirven de policías corruptos, políticos venales, una justicia complaciente y una prensa acompañante (a cambio de buenas pautas publicitarias desde el Estado), sino que aplican todo tipo de acciones criminales.

Golpean donde más duele, y envían constantes mensajes a familiares, amigos y entorno. Todo les está permitido, sea por acción y/u omisión.

Estas tres muertes, estas tres vidas perdidas son una muestra de ello.