Mar. 19. Mar 2024, Santa Fe - Argentina
Notas

LOS “APRIETES” NO ALCANZARON, Y SANTORO DEBIÓ DECLARAR

LOS “APRIETES” NO ALCANZARON, Y SANTORO DEBIÓ DECLARAR

El poder hegemónico no descansa...

DOLORES-ARGENTINA  (PrensaMare)  Uno de los periodistas ‘estrella’ del grupo Clarín, Daniel Santoro, ha tenido que ir a declarar ante el juez Alejo Ramos Padilla.

Es en el marco de la causa que lo involucra en una red de espionaje ilegal.

Desde el diario apelaron al medio (y a los otros que controla el grupo), para tratar de defenderlo. Inclusive para quienes conocen cómo se pueven los medios hegemónicos, intentaron presiones de todo tipo, que fracasaron.

El juez investiga un verdadero escándalo ante la existencia de una presunta red de espionaje ilegal en la que Santoro habría jugado un rol clave. Todo salió a la luz, tras denuncias y detención del falso abogado Marcelo D’Alessio; un operador del gobierno de Mauricio Macri.

Junto a los medios propiedad del clarinetismo actuaron entidades como FOPEA (afines a dicho grupo empresarial), que llevaron adelante una fuerte campaña en defensa del periodista. Inclusive se lo trató como una víctima” (¿?); y hasta se mencionó que era una maniobra del “kirchnerismo” (¿?). Una muestra cabal de la desesperación, donde se pretende instalar que el juez Ramos Padilla intentaría obligarlo a revelar sus fuentes (¿?).

Inclusive el periodista oficialista Claudio Savoia, fue el autor de un panfleto titulado: “Veinte años de presiones políticas sobre el periodista Daniel Santoro: de la causa armas al caso D'Alessio”. Lo que constituyó un muestrario de desatinos e inventos pretendiendo hacer creer que Santoro habría sufrido ‘presiones’ en donde habría investigado la venta ilegal de armas en épocas de presidencia de Carlos Menem y en la actual situación donde se lo sospecha.

Ha quedado demostrado que el poder clarinetista ha encontrado una piedra en el camino. De allí los ataques a Ramos Padilla. Inclusive desde el mismísimo gobernó nacional enviaron al Ministro de Justicia, a que tratara de manera personal en Mar del Plata, la forma de alejarlo de su tarea.

El tema es que Ramos Padilla tiene en sus manos los chats enviados entre… Santoro y D’Alessio (¡). La mejor prueba de la existencia de una relación entre ambos. Por ello el juez lo citó. No porque pretenda saber quienes son “sus fuentes”.

Ramos Padilla no está preocupado por la la práctica periodística de Santoro, sino por sus conexiones y actuaciones en la presunta red de espionaje.

En la escandalosa causa, el periodista estrella de Clarín, está acusado de aportar y participar de una banda “de inteligencia ilegal y extorsión”, por colaborar con estrategias de “presión extrema” para lograr determinadas declaraciones en sede judicial, y por “haber proporcionado información” obtenida por dicha banda delictiva a sus colegas Alejandro Fantino y Romina Manguel.

También que presentaba a D´alessio a otros periodistas (a Fantino por ejemplo), a funcionarios judiciales (como el fiscal Carlos Stornelli, por ejemplo) para que ofreciera “sus servicios” ilegales a periodistas y funcionarios”.

Para tales maniobras, Santoro no dudaba en usar datos “falsos”, como que D’Alesio era agente de la DEA o de la embajada estadounidense.