Demasiados previsibles...

SANTA FE-ARGENTINA  (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  La prensa suele informar, y también des-informar. La libertad es puesta al servicio del ‘mercado’ y/o de intereses religiosos y/o ideológicos.

Recientemente se han conocido noticias referidas a Nicaragua. Una de ellas alude a que  la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), convocó a una semana de oración por el país con el lema “La justicia y la paz se besan”. Con una muestra clara de oportunismo político, los religiosos hicieron coincidir su finalización –el día 15-, con las fiestas patrias. Una clara maniobra política que pretendió concatenar o directamente relacionar su accionar (por la patria) con plegarias a Dios “por la paz y la justicia”.
Desde ciertos medios católicos se habló de orar por “la lucha por la justicia, la libertad, la vida democrática del país y por los perseguidos y encarcelados del régimen orteguista”. Expresión dura por cierto.

El pasado domingo 8 de septiembre hubo en parroquias del país centroamericano una procesión con la Virgen Niña “por la paz” y el viernes 13, un viacrucis “por los perseguidos y encarcelados a causa de la crisis sociopolítica”.
El domingo 15 –fin de la semana de oración por Nicaragua- se efectuaron procesiones teniendo como lema la frase final del padrenuestro: “no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén”. Un hecho que resulta panfletario. Al pedido de paz, justicia y libertad que realizan las autoridades católicas, le agregan no ser tentados. Una forma de manifestar que se estarían conteniendo por no usar la violencia, parecerían decir. Pero agregando que el Señor nos libre del mal.

Todos los términos así empleados, se dan a entender como un pedido de “liberación” de las autoridades. Por lo menos es lo que deja entrever, avisorar con semejante uso concatenado de palabras, términos y frases.

También se comunica al mundo desde medios católicos y otros “independientes”, que existe un “ambiente cada vez más adverso para los creyentes debido al acoso sistemático del régimen orteguista contra templos, obispos y feligreses críticos con la dictadura” (Agencia Informativa Católica Argentina, septiembre 2019).
Inclusive, ocultándose el accionar golpista y violento que tuvo a religiosos católicos como protagonistas en 2018, se informa que monseñor Juan Abelardo Mata, obispo de Estelí y secretario general del episcopado nicaragüense, afirmó que “la Iglesia católica se siente perseguida por la dictadura de Daniel Ortega”.

Un religioso que en el mismo reportaje (difundido al mundo) describió situaciones de persecuciones, pero que no es un “cambio de gobierno lo que necesariamente buscamos, es un cambio en la mentalidad de las personas, eso sí”. Agregando: “Y se lo pedimos a los que se dicen demócratas y a los no demócratas”. Ubicándose en el sitial de ser ellos los únicos demócratas (¿?).

Cómo es posible que un religioso se manifieste con semejante descaro…? Cómo es posible que hable de un cambio de mentalidad…? Cómo es posible que se manifieste con semejante soberbia…? Cómo es posible que convoque –despectivamente- a los “que se dicen demócratas”, pero también a los que no lo son O sea a los antidemocráticos, a los golpistas, a los desestabilizadores, a los intervencionistas…

Mientras se distribuyó por el mundo este posicionamiento claramente ideológico del prelado que se victimizada, también el poder comunicacional occidental ha apelado a la tergiversación o manipulación de ciertas acciones internacionales.

Pero no se ha llegado a esta situación así porque sí, o de manera casual. Es bueno recordar que en 2018, las acciones impulsadas por los religiosos católicos golpistas llevaron la situación del país a una posición grave y violenta. Tan delicada y descarada, que el 1° de abril de 2019 se conoció que el Papa Francisco le pidió al obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, que lo ayude en Roma. Una solicitud que estaba cargada de un claro mensaje: la solicitud tenía como objetivo sacar a dicho prelado del territorio.

El Papa apostaba al diálogo, a la reconciliación, a la paz, a evitar más violencia y a que los nicaragüenses resolvieran sin intervención extranjera de ningún tipo o especie.

A todo ello, aunque la prensa occidental des-informara, ocultara o mintiera, iba quedando cada vez más en claro que se estaba ante una maniobra golpista alentada desde Washington.

Fueron meses difíciles. Sin embargo, el diálogo del gobierno y el desenmascaramiento de las acciones criminales y desestabilizadoras de la que tomaron parte opositores, dirigentes, religiosos y delincuentes fue aclarando la situación y el intento del llamado “golpe suave” que se frustró.

Ahora, la “prensa libre e independiente” de las potencias occidentales ha (des)informado titulando (por ejemplo): “La Santa Sede pidió diálogo y elecciones en Nicaragua”. Un titular por demás de impactante. Si si pide diálogo, sería porque el mismo no existe; si se reclaman elecciones, sería que se desconocen las autoridades.

Dicha información refería a que el observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, monseñor Ivan Jurkovic, participó en Ginebra de la 42ª sesión del Consejo de Derechos Humanos sobre la situación en Nicaragua. En su discurso afirmó que el Vaticano sigue “con gran atención la situación sociopolítica en Nicaragua y cree que las disputas no resueltas deben resolverse lo antes posible, siempre respetando los derechos humanos fundamentales y los principios consagrados en la constitución del país" (textual de su discurso).
Que continuó: “la Santa Sede recomienda que los diversos actores políticos y sociales, con un renovado espíritu de responsabilidad y reconciliación, encuentren juntos una solución que respete la verdad, restaure la justicia y promueva el bien común". Agregando que respeta y valora “los acuerdos alcanzados en marzo pasado”, pide “volver de inmediato a negociaciones abiertas y mutuamente respetuosas” y efectuar “las reformas electorales para la celebración de elecciones libres y transparentes con la presencia de observadores”.

Estas palabras poco tienen que ver con el rimbombante y alarmante titular. Porque lo que dijo Jurkovic es lo que plantea el propio gobierno de Nicaragua. Que se resuelvan las disputas rápidamente; que se respeten los DDHH; que se respete la Constitución; que exista reconciliación; que se negocie; y que se realicen elecciones libres y transparentes (cuando correspondan).

Esa manifestación del religioso vaticanicio, no significa que el Vaticano esté desconociendo a sus autoridades actuales, o que esté exigiendo un adelantamiento de elecciones. Es cierto que reclama ‘observadores’; los cuales en la última elección presidencial no fueron autorizados por entender el gobierno que mantenían una actitud claramente injerencista.

Debe recordarse que aún sin esos ‘observadores’, el triunfo del oficialismo fue contundente. En las elecciones del 6-11-2016, la fórmula oficialista de Daniel Ortega-Rosario Murillo logró el 72,5% de los votos (y para el Parlamento, el 65%). El opositor más cercano (2°) fue Maximino Rodríguez (Partido Liberal Constitucionalista), que cosechó el 15,03%. También participaron el Partido Liberal Independiente, Alianza Liberal Nicaragüense, Partido Conservador, y Alianza por la República.

Está claro que los cambios y progresos obtenidos por el sandinismo, molestana las potencias occidentales y a los grupos minoritarios del país. Ocurre que Nicaragua mantiene una posición digna y soberana ante el mundo; defiende la integración de las naciones desde la libertad; hace su propio camino de construcción nacional y popular. Pero además, ha dejado de ser el país más pobre y atrasado de Centroamérica. Ha visto redudir la pobreza del 48% al 29,6%.

Quizás en estas posiciones y datos esté la verdadera acción desestabilizadora que impulsan EEUU, potencias occidentales, la derecha, el neoliberalismo y su prensa dócil, a la que adhieren alegre e irresponsablemente sectores religiosos.

Pareciera que la palabra, los reclamos, las acciones y las enseñanzas de Francisco, no existen para algunos. De allí que es de vital importancia el saber leer las des-informaciones, para comprender qué existe en juego detrás de bellas palabras.

Los siglos transcurren y el común debe estar atento a los falsos profetas; porque usan vertidos de ovejas, pero en verdad son lobos. De allí, que “por sus futos los conoceréis” (Mateo, 7:20).