Jue. 28. Mar 2024, Santa Fe - Argentina
Política

1980: CUANDO PÈREZ ESQUIVEL GANÒ EL NOBEL

1980: CUANDO PÈREZ ESQUIVEL GANÒ EL NOBEL

CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA  (PrensaMare)  Como suele hacer periódicamente, EEUU desclasificó algunos archivos (del FBI, la CIA y el Departamento de Estado). Son decenas de miles de páginas referidos a tiempos de la criminal dictadura cívico militar argentina.

Dentro de ese material, aparecen documentos elaborados por militares (entre el 13-10-1980 y el 10-12-1980), referidos a Adolfo Pérez Esquivel (foto: con Madres de Plaza de Mayo). Se trataba del argentino que fue premiado por el Nobel de la Paz. Un otorgamiento que resultò un golpe internacional inesperado para los dictadores argentinos y para sus respaldantes estadounidenses.

Eran tiempos en que los gobernantes argentinos y desde Washington no dudaban en calificar de “subversivo” a todo aquèl que defendiera los derechos humanos. De esa forma buscaban justificar sus persecuciones y criminalidad.

El 13 de octubre de 1980 el parlamento noruego anunció que Pérez Esquivel se hacìa acreedor al Nobel de la Paz. Era el respaldo (en su persona) a toda la lucha de los organismos de derechos humanos argentinos. Pero a la vez un cuestionamiento a nivel mundial para con los dictadores.

Tras conocerse este anuncio, la embajada de EEUU en Argentina destinò personal a trabajar, colectar y reportar información sobre el premiado.

Cuando los argentinos se enteraron el 14-10-1980 a través de la uruguaya Radio Colonia, de la premiación, se generò un nuevo oxìgeno en amplios sectores de la sociedad argentina.

La respuesta militar fue inmediata a través de un comunicado, admitiendo la sorpresa en la opinión pública por la nominación y advirtió que ello era una condena al “Proceso de Reorganización Nacional”. Este comunicado –l`gicamente- que la embajada lo envió a Washington. En el comunicado afirmaban que en su momento Pérez Esquivel había sido detenido justificadamente, y que luego los propios militares lo liberaron.

Detallaban que las actividades del premiado “se utilizaron para obtener la inmunidad de miembros de varias organizaciones terroristas”.

El 28-10-1980, el dictador Jorge Rafael Videla declaró: “Los que llevaron la paz a Argentina, lo hicieron sin el apoyo de un comité de derechos humanos ni necesitaron un premio para merecer nuestro respeto”. El uniformado acusaba el golpe. Y desde ellos mismos y los medios de comunicación atacaron a Pèrez Esquivel buscando desprestigiarlo.

Pero –inesperadamente para la Casa Rosada-, desde Washington tomaron distancia de la virulencia verbal de los dictadores. La orden del Consejero de Seguridad Nacional Zbigniew Brzezinsky, fue clara: el premiado no había colaborado con el terrorismo y defendía la paz (igual que ‘ellos’, afirmaban). 

El 4-4-1977…

Los dictadores dieron la orden y Pèrez Esquivel fue secuestrado. En ese momento la embajada mostrò interès por su caso; y desde EEUU, senadores y congresistas reclamaron públicamente su libertad. La detención se hizo (como era común en esos tiempos) sin orden judicial y sin proceso judicial abierto. Lo torturaron. Fue puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, y liberado el 25-6-1978 (cuando se jugaba la final del Mundial Argentina 1978. Pèrez Esquivel había efectuado numerosas denuncias, entre ellas la de los vuelos de la muerte. Por 14 meses permaneció en libertad vigilada.

La embajada informó a Washington que el premio era considerado por el gobierno argentino como una intensiòn internacional por desestabilizarlo.

Con habilidad política…

Pérez Esquivel antes de ir a recibir el premio a Oslo, se dirigió a Estados Unidos. Se reunió con autoridades de la Asamblea General de Naciones Unidas, y autoridades de la Oficina para América Latina (del gobierno estadounidense) le solicitó un encuentro.

La Subsecretaria para los Derechos Humanos y Asuntos Humanitarios Patricia Derian y el Subsecretario para Asuntos Interamericanos William Bowdler, analizaron la situación y propiciaron el encuentro con el premiado, para fortalecer su propia política, que era (en esos momentos) de defender los DDHH. Lo que buscaba el gobierno de EEUU era que la dictadura comenzara el retiro.

Mientras tanto, el delirio de los dictadores era tal que hasta analizaron participar y boicotear la ceremonia del Nobel (¡).

Por supuesto no pudo hacerlo; el cinismo diplomático estadounidense continuò; la resistencia del pueblo argentino se fue incrementando; y la dictadura, tras fracasar su último manotazo de ahogado (la guerra por Malvinas), terminò retrocediendo y otorgando elecciones en 1983.